Im-presentables del martes, 26 de enero de 2010

El abuso de autoridad que sale indemne

Zelaya fue expulsado de Honduras el pasado 28 de junio después de que un grupo de militares entrara por sorpresa en su vivienda mientras dormía y se lo llevara en pijama hasta el aeropuerto de Tegucigalpa donde fue obligado a tomar un avión rumbo a Costa Rica. Este secuestro exprés coincidía 'casualmente' con el golpe de Estado de Micheletti y sin embargo, el Tribunal Supremo de Honduras ha concluido que se ha de sobreseer la causa ya que, según alega la defensa, los "imputados recibieron información confiable en el sentido de que el país corría un peligro grave, real e inminente".

¿Es ésta una justificación suficiente como para sacar a alguien del país en contra de su voluntad, sobre todo, si es el presidente del Gobierno? Y básicamente, ¿los hechos no son tan graves como para ser siquiera juzgados? Definitivamente, hay algo que no encaja en el documento del Supremo en el que concluye que todo se justifica por la intención de "defender la democracia". Esto sí que es Justicia...

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Nuestra red de diarios latinos:

Bloquear una web antes de saber que es delictiva

La normativa sobre propiedad intelectual que estará incluida en la ley de Economía Sostenible se ha lavado la cara estableciendo la necesidad de que sea un juez y no una comisión la que determine el bloqueo de una web que supuestamente vulnera derechos de autor. No obstante, este martes, el propio ministro de Justicia, Francisco Caamaño, reconocía que se tratará de una medida preventiva ya que no habrá una sentencia que determine si hay o no delito.

Está claro que el Gobierno quiere luchar contra la piratería y que sólo busca eliminar rápidamente los sitios que realmente se están lucrando de manera ilícita y "no cualquiera" para evitar que proliferen, como ha explicado Caamaño. Sin embargo, el hecho de que una publicación pueda ser retirada de la circulación antes de que se determine si hay o no delito -administrativo, nunca penal- puede suponer de por sí el hundimiento de la misma... Confiemose en que los requisitos de sospecha que tenga que reclamar el juez sean realemente sustanciales o de lo contrario se defenderá un derecho vulnerando otro.


La clase política... ¿también pertenece al viento?

Contémoslo con cierto humor, que no merece la pena ver sólo lo negativo y muchos menos dar la sensación de abatimiento. Las noticias negativas ya las asumen de por sí los ciudadanos, y a los medios no nos compete exagerar. Otra cosa es que sí tengamos el deber de denunciar las cosas que pasan en el día a día. Y ahora se da la ocasión para ello. No entendemos a esta clase política, en general, que nos gobierna. Lo dicen los estudios del CIS. Lo dicen los lectores, como los nuestros, que votaron masivamente en nuestra carrera al Premio Im-presentable nacional de 2009 a esta opción, la de todos los políticos.

Y es que parece que como no hay sesiones parlamentarias por el parón invernal -otra cosa más que criticable- estos señores que nos gobiernan y guían nuestras vidas se aburren. Como se aburren, están montando una marabunta y continuas trifulcas. Con la inmigración y los absurdos debates sobre el empadronamiento, cuando la ley es muy clara y luego han terminado desapareciendo estos casos porque no hay por dónde cogerlos. Y qué decir del tema nuclear, donde en el mismo 'bando' no se ponen de acuerdo, ya que lo que impera es el criterio regional, y no de partido. O qué ocurre con el falso debate sobre la cadena perpetua. ¿Realmente a qué venía? ¿Electoralismo como dice el PSOE? ¿Oportunismo? El caso es que opinan sobre todo lo que pueden y más. Por que si no hay debate, se crea. Sobre el tema que sea. Ahora también ha nacido el debate sobre si Zapatero debe o no continuar... ¿Pero cómo va a pronunciarse ahora el presidente cuando estamos en una situación de crisis y la prioridad es salir del paro y otros problemas? En fin. Que todo vale, todo cuenta. Pero a lo mejor, en la línea de lo que decía ZP en sus ya célebre 'haiku', "la tierra no pertenece a nadie, sólo al viento", tengamos que ponernos más trascendentales. ¿O no?

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Pues gentes que sin duda merecedoras de respeto, que habitualmente se comportan con normalidad, pero que, ocasionalmente, hacen cosas im-presentables. Gentes conocidas, populares, que a veces se ‘pasan' unos cuantos pueblos. Pretende ser una sección amable. Una cosa es ser (ocasionalmente) im-presentable y otra merecer la condena de la sociedad por acciones repudiables y aborrecibles.