El ministro coordinador de la Política Económica de Ecuador, Diego Borja, desechó los cálculos del sector empresarial respecto a las pérdidas que provocaron los racionamientos de energía que se sucedieron en el país desde noviembre pasado.
Los empresarios previeron que la sucesión de apagones afectaría al sector en alrededor de mil millones de dólares, aunque luego concretaron la cifra en unos 660 millones de dólares. Sin embargo, a juicio de Borja, los costes "no afectaron de la manera en cómo se está diciendo".
El monto real, añadió, "no es una cifra que tenga un impacto mayor en la economía ecuatoriana del año pasado, en que se vio afectada básicamente por otros factores como la crisis económica internacional, que nos impactó en el sector externo de la economía" como en las remesas o el precio del petróleo.
El pasado jueves, el presidente Rafael Correa cifró en unos 250 millones de dólares las pérdidas en las ventas del sector comercial, "probablemente" por los racionamientos eléctricos a los que se vio sometido el país desde noviembre último hasta el 15 de enero.
"Hemos calculado (que) las ventas, probablemente por los racionamientos, disminuyeron en 250 millones (de dólares)", dijo al anunciar que, a partir de febrero, el Estado compensará a la ciudadanía por los cortes a través de las facturas de electricidad.
Borja señaló que, ante los racionamientos eléctricos y otras dificultades energéticas, el Gobierno ha definido líneas de actuación "muy importantes" porque implican la "modificación de la matriz energética" del país.
"Ecuador, como muchos países del mundo, es altamente consumidor de combustibles fósiles. Queremos ir a un modelo en el cual se combine energía termoeléctrica con energía hidroeléctrica, geotérmica, de las mareas..." explicó al Canal Uno.
El ministro señaló que lo que intenta el Ejecutivo es "hacer más eficiente el uso de la energía", lo que implica un proceso en el que "se está comenzando a hacer la inversión".
Ecuador se vio sometido desde noviembre pasado a restricciones de suministro eléctrico debido al estiaje que afectó a la hidroeléctrica Paute, la mayor del país, ya que los caudales de los ríos que la alimentan sufrieron una drástica caída.
La sequía redujo, en determinados momentos, a un tercio la producción de energía de esa hidroeléctrica, que, en condiciones normales, aporta el 35 por ciento de la oferta eléctrica nacional.
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