En rueda de prensa en el Parlamento, el presidente del comité de confecciones de la Sociedad Nacional de Industrias (SNI), José Luis Peroni, dijo que de 38 millones de prendas de vestir importadas de China en 2003, por un valor de 62 millones de dólares, “hemos pasado a 141 millones de prendas” en 2009, por un valor promedio de 1,16 dólares por pieza.
“La subvaluación es un tema gravísimo y definitivamente algo hay que hacer si es que no queremos quedarnos sin una industria que da empleo directo a más de 473.000 personas e indirectos a otro millón”, agregó Peroni.
A raíz de la crisis, 40.000 trabajadores del sector perdieron sus puestos de trabajo en 2009 por el cierre de 4.000 empresas de confecciones, dijo Peroni. A ellas deben sumarse el cierre de 1.000 empresas de plásticos y 500 compañías de calzados, según cifras comentadas por Peroni.
El dirigente recordó que en 2004 se aplicaron salvaguardas contra las confecciones chinas, que redujeron su ingreso a 2,5 millones de prendas, pero al año siguiente hubo un alza del 570 por ciento , que se ha ido incrementando hasta la actualidad.
Por otra parte, fuentes del ministerio de Comercio Exterior y Turismo aclararon a Efe que la subvaluación, declarar un bien por menos de lo que cuesta para pagar menos aranceles, es un problema anterior a la firma del TLC, y precisaron que los culpables de esta práctica son casi siempre los importadores peruanos, y no los exportadores chinos.
“EL TLC CON CHINA NO ERA NECESARIO”
El empresario textil Guillermo De Vivanco, confeccionista de Gamarra, opinó que “el peligro (del TLC con China) está en la renuncia expresa que ha hecho el gobierno a todas las medidas de protección”.
“Si hay una sobreimportación, no podemos hacer nada. El año pasado, China nos vendió 4.000 millones de dólares en manufacturas y el Perú (vendió a China) 300 millones de dólares por los mismos productos. El TLC en el ámbito de las manufacturas no era necesario”, afirmó De Vivanco.
Según él, el 90 por ciento de la exportación a China está constituido por minerales y harina de pescado (excluidos de arancel), por lo que puso en duda la necesidad del TLC.
Miguel Morán, también comerciante de Gamarra, dijo que “la subvaluación está corroyendo desde hace tres años todas las importaciones de textiles, calzado y plásticos”, pero que “las aduanas del país no hacen nada para poder contrarrestarla”.
“Tenemos más de 200.000 talleres que están por perder sus empleos y el gobierno no hace nada, no le interesa el empleo de las pequeño y micro empresas”, apuntó.
El Gobierno firmó un acuerdo de cooperación aduanero que obliga a las aduanas de ambos países a intercambiar información y evitar así la subvaluación. Según fuentes oficiales, el convenio lleva cinco meses vigente, pero los empresarios dijeron no haber visto todavía sus frutos.
PARALIZARÁN EL EMPORIO DE GAMARRA
Morán amenazó con “paralizar Gamarra” en los próximos días, si el gobierno no toma medidas contra la subvaluación, porque “solamente con las medidas de fuerza uno puede ser oído”.
La crítica de los empresarios se sumó a la de los congresistas opositores Yohny Lescano, de la Alianza Parlamentaria, y Daniel Abugattás, del Partido Nacionalista, quienes rechazan el hecho de que el TLC no fue refrendado ni debatido en el Congreso.