Lamela apuntó también que el 10,3 por ciento de los varones madrileños no realiza ejercicio alguno, porcentaje que se eleva al 25 por ciento en el caso de las mujeres, mientras que los adolescentes de la Comunidad se mueven entre el 4,2 por ciento para los chicos "totalmente sedentarios" y el 11,3 por ciento para las chicas. El titular de Sanidad quiso "llamar la atención" sobre estos datos y aseguró que el ejercicio físico va unido a la salud en un "binomio que mejora nuestro entorno".
El consejero destacó que el ejercicio, unido a una dieta sana, influyen en la reducción del riesgo de padecer enfermedades crónicas como el cáncer de mama, de colon o la diabetes y "nos aportan beneficios para luchar contra problemas como la osteoporosis, el alcoholismo y por qué no, el tabaquismo, así como en una de las patologías más frecuentes en nuestra época, la salud mental", explicó Lamela. "En el siglo XXI, nadie discute que el sedentarismo es uno de los más importantes factores de riesgo implicados en las enfermedades crónicas", manifestó el consejero, quien reconoció que "en la vida moderna hay serias dificultades para hacer deporte, especialmente en las grandes urbes como Madrid, donde es muy difícil encontrar tiempo libre".
La excesiva mecanización de tareas, el uso continuo del transporte, así como de todos los medios técnicos y la falta de accesibilidad a recursos para hacer deporte, son algunas de las dificultades que enumeró Manuel Lamela para justificar el aumento gradual del sedentarismo. En opinión del consejero, la promoción de la actividad física debe formar parte de la estrategia planteada por "cualquier gobierno", por lo que propuso la integración del deporte en la vida diaria a través de actividades cotidianas como "subir las escaleras o ir andando a los sitios para conseguir hacer un mínimo de 30 minutos de ejercicio al día".
Lamela recordó la existencia de programas como "Discóbolo", que promociona el deporte en los niños y anunció la firma de un convenio por el cual las personas mayores podrán beneficiarse de las instalaciones deportivas por un precio reducido en las franjas horarias en las que éstas tengan menor demanda.