El candidato por Convergència i Unió a la presidencia de la Generalitat ha recordado que el Estado invierte menos de lo que marca la ley y ha lamentado que no exista “influencia” de ningún tipo para revertir la situación. Así que también se compromete a lograr la vía para recuperar el dinero que no se haya invertido hasta que este cambio de escenario se produzca.
De este modo, se podrá hacer una revolución en el campo de las infraestructuras, que es lo que, a juicio de Mas, necesita Cataluña. Aun manteniendo la incógnita de la financiación, Artur Mas se ha mantenido firme en su idea de tener el coraje necesario para llevar a cabo este compromiso, midiendo, eso sí, los tiempos: “sabiendo que hay un tiempo para el consenso y otro para la decisión”, ha concretado.
“El objetivo debe ser tener unas infraestructuras de calidad, algo que tiene un precio”, ha evidenciado el líder convergente que ha continuado su exposición señalando
que sólo hay dos vías para pagarlas, como son a través de los impuestos o en función de su uso. Y cuando se refiere a las infraestructuras tanto desde el punto de vista cuantitativo como del cualitativo, significa que no se renunciará a la construcción de centros de tratamiento de residuos, como las incineradoras, o ejes viarios como el cuarto cinturón, ni a la potenciación de las inversiones ferroviarias de Cercanías y Regionales.
Además, y tras las consecuencias de la nevada, sobre todo en las comarcas de Girona, el presidente de la federación Convergència i Unió cree que Cataluña debería recuperar centros de decisión en ámbitos como el energético o aquéllos que puedan ser de interés.
La aspiración del concierto económico
Para el candidato a ‘president’, Cataluña debe aspirar al concierto económico que le permita administrar sus recursos propios. La reflexión al respecto ha sido que, si existen autonomías en España que tienen esta ventaja y, por tanto, la Constitución los ampara, “significa que los que quieran también pueden entrar en este terreno”. Mas recordó que la falta de mayorías políticas fue lo que impidió incluir la variante en el Estatut.
En clave económica, también ha asegurado que, en caso de llegar a la presidencia de la Generalitat, se bajará el sueldo, aun matizando que el cargo “está mal pagado” -“cobra más, por ejemplo, un comandante de las Fuerzas aéreas, y no digamos ya un controlador”- y admitiendo que la propuesta puede sonar a “populista”. Pero hay que dar ejemplo a la ciudadanía en tiempos de crisis y, aún más, trasladar la austeridad a la Administración en general.
Para ello, la fórmula es “la de las tres ‘as’: adelgazamiento, agilidad y austeridad”, ha simplificado Artur Mas. Así, su programa incluirá el establecimiento de menos leyes y normas, impedir la creación de más administraciones al tiempo que se intentará eliminar otras ya existentes, reducir el número de funcionarios, y agilizar el tiempo de resolución de problemas. En los campos laboral, energético y educativo también se emprenderán reformas. En este último caso, ha reivindicado el despliegue de la Ley de Educación de Cataluña (LEC) que su formación votó junto a PSC i ERC i también que los padres que lleven a sus hijos a centros concertados puedan obtener beneficios fiscales.
Más allá de su condición de candidato, también se ha referido al plan de estabilidad del gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, que ha juzgado de “no creíble” ya que no tiene mucha lógica plantear cifras de consumo, y por tanto de crecimiento, muy altas y, a la vez, subir el IVA.