El valor de la amistad

Ante todo quisiera darle las gracias a todos aquellos amigos y conocidos que acudieron al miércoles a la presentación de Andalucía Crítica, incluso a aquellos que, por cualquier motivo más o menos fundamentado, no pudieron acercarse a la Fundación Cruzcampo, pero me han mostrado su apoyo, bien por e-mail, bien a través del teléfono y me animan a seguir adelante con este ilusionante proyecto. En casos como éste uno se da cuenta de de quién o quiénes valen la pena, de a quién hay que considerar y a quiénes no hacerles ni puñetero caso, de que hay individuos para los que eres valiosísimo mientras ocupas un puesto de poder, pero para los que desapareces cuando has dejado ese escalafón. Y no me refiero sólo a los políticos, sino a muchos otros estamentos sociales entre los que destacan algunos colegas de profesión que se decían amigos. No me dan rabia, me da pena por ellos porque, al final, encontrarán sin duda la horma de su zapato. Napolén dijo aquello de "nunca sabréis quiénes son vuestros amigos hasta que caigáis en la desgracia". Cierto. Yo añado "un amigo es aquel que se alegra de tus éxitos y te anima en los fracasos". Gracias, por lo tanto a Javier, Antonio, Mateo, Jesus Carlos, Paco, Felipe, Juan Antonio, Enrique, Manolo, Federico, Jorge, Juan, Julio, José María, Fernando, Tomás, Nani, Mariángeles, Ingrid, Carmen, María José, Ana, Valle, Quiliano, Dani, David, Encarna, Mercedes, Estrella,  Martín, Pedro, Victoria, Pilar, Ricardo, Santiago, Isabel, Pepa, Gloria, Asunción, Elisa, Claudia, Consuelo, Gaspar, Pepe, Emilio, José Luis, Inmaculada, Mar, Marta, Alicia...y tantos otros y otras que me demostraron no sólo su cariño, sino el auténtico valor de la amistad.

Pero dejemos a un lado estas disquisiciones más o menos personales y vayamos a la actualidad. Esta semana Zapatero se ha dignado venir a Andalucía para celebrar en los Reales Alcázares de Sevilla el Consejo de Ministros. Digo yo que, aunque sea el "chocolate del loro" ¿qué necesidad había de movilizar aviones, coches, chóferes, despliegue de fuerzas de seguridad y todo el boato y gasto que acompaña a la reunión semanal del Gobierno para celebrarlo en Sevilla? Elemental, querido Watson. Zapatero comienza a verle las orejas al lobo. Sabe que Andalucía es una pieza clave en las elecciones generales y que si Griñán pierde en las autonómicas, él se vera abocado al fracaso en las generales. Hay que cuidar el corral andaluz, hay que echar el resto y firmar convenios de "sostenibilidad" (?) con la Junta de Andalucía para "vender" una película de la serie B y una moto que se le está cayendo a pedazos. Alguien le ha dcho: "Presidente, Rajoy va todos los meses a alguna provincia andaluza y Arenas está subiendo como la espuma y, mientras, nosotros, con lo de Chaves y el ninguneo a Griñán con lo de la Deuda Histórica, estamos perdiendo hasta a nuestro propio electorado. José Luis, hay que ponerse la pilas". Y dicho y hecho. José Luis y sus dieciseis ministros suben al avión o al AVE y, junto a la cohorte de secretarios, asesores, cogecosas y guardaespaldas, desembarca en Sevilla para mayor gloria de una ciudad en la que uno de cada tres trabajadores está en el paro. Y todavía habrá quien piense que eso es una magnífica campaña de imagen...Serán gilipollas.

Digo yo que todo ese dinero que se han gastado en el paripé del viernes en los Alcázares, podían haberlo empleado en otros gestos que no sean la foto de rigor con Pepe y Alfredo. De todas formas, a José Luis ya se le tiene calado en Andalucía y mucho tienen que cambiar las cosas para que pueda salvar los muebles. Si lo logra, les aseguro que, como dice un buen amigo, emigro a París y me saco el pasaporte francés.