La recuperación de Cascos
sábado 10 de abril de 2010, 19:08h
Se venía hablando de un posible regreso a la política por parte de Francisco Álvarez Cascos, como eventual candidato a la presidencia del principado de Asturias, en las elecciones del año que viene. Incluso se habían recogido ya algunas impresiones del presidente y de la secretaria general del PP sobre esa eventualidad, y daba la impresión de que no había un decidido entusiasmo con sus propósitos. Sin embargo, es posible que en pocos días se haya acelerado la "presentación en sociedad" del Cascos de siempre, peleón y correoso, de los tiempos que estos días han rememorado los refundadores del PP, Aznar, Fraga y compañeros del congreso de Sevilla. Cascos regresa con una denuncia que, de inmediato, ha forzado a intervenir a la vicepresidenta Fernández de la Vega: O lo demuestra, o se disculpa. Y es que el viejo "general secretario", ex vicepresidente y ex ministro de Fomento ha atacado la raíz misma del caso Gurtel, los argumentos y testimonios policiales que han aportado el juez instructor Pereira y sus dos fiscales. Cascos, ni más ni menos, y que hasta el momento, nadie había puesto en tela de juicio.
Cascos llega y organiza un importante revuelo al defender la honorabilidad de Bárcenas y denuncia la existencia de una camarilla policial dedicada a fabricar pruebas, al mismo tiempo que afirma que el PP se enfrenta a una operación con clarísima intencionalidad política. Es probable que en la sede del PP se haya dudado sobre cómo acoger las denuncias de Cascos. Algunas impresiones, como la que destaca el diario La Razón, habitualmente muy en línea con Rajoy y Génova, permiten deducir que hubo un cierto debate en el PP sobre si apoyar a Cascos o desautorizarlo: "Malestar en Génova", relató La Razón, por las polémicas declaraciones del ex vicepresidente". Y también: "El discurso del ex vicepresidente o es del gusto de la calle Génova". ¿Qué sostiene Cascos? Primero, que hay una camarilla de la policía judicial instalada en Canillas, dedicada a preconstituir pruebas. Segundo, que algunos policías que investigan al PP se hicieron famosos falsificando los papeles de Laos. Y en tercer lugar, que la instrucción de Gurtel, iniciada por Garzón, está viciada en su origen por una manifiesta animadversión hacia el PP. O dicho en voz de Cascos: "La policía que investiga al PP es una policía de camarilla; hay una camarilla policial, instalada en Canillas, dedicada a fabricar y preconstituir pruebas". "La imparcialidad de instructores, policías y fiscales no se da en estos momentos en el proceso que afecta al Partido Popular".
La actitud de Cascos provoca que, al menos una parte del PP haya vuelto a situarse en su línea de defensa, basada en poner en duda la limpieza de la investigación del caso Gürtel, sobre todo por la desconfianza radical que le origina la Unidad Central de Delincuencia Económica y Fiscal de la Policía (UDEF). "El PP siempre ha criticado, como ha hecho el señor Álvarez-Cascos, y de forma contundente, a la UDEF", señalan fuentes oficiales de la dirección del PP, que reiteran que, la que llaman "policía de Rubalcaba", "todos sus informes hechos contra dirigentes del PP, en Valencia, Murcia y Canarias, han sido siempre desestimados por los tribunales de Justicia". Los interlocutores oficiales del PP señalan que su crítica a esta unidad de la policía "es política", ya que si tuvieran pruebas susceptibles de llevar a los tribunales lo hubieran hecho. Y en esa línea, la dirección del PP comparte con Cascos la crítica al juez Baltasar Garzón, que inició la investigación. "El juez Garzón es una anormalidad democrática que debería investigar el CGPJ", señaló el ex vicepresidente. Y la dirección del PP añade la "evidente animadversión de Garzón al PP, aunque nada hay que objetar al juez Pedreira", actual instructor.
Sobre la invitación de De la Vega para que Álvarez-Cascos pruebe sus acusaciones, Cascos ha agradecido a la vicepresidenta su invitación para ir a los tribunales, "pero debe saber que ya lo he hecho hace meses". Cascos se refiere a su requerimiento a la Fiscalía Anticorrupción y posterior escrito al juez Antonio Pedreira, instructor del caso Gürtel, para denunciar "hechos falsos y calumniosos", que le atribuían viajes privados a Canarias pagados por la red corrupta. El ex ministro envió al juez Pedreira documentos notariales con las pruebas de que había contratado y pagado sus viajes con agencias ajenas a la trama corrupta. A este hecho se refiere Álvarez-Cascos cuando asegura: "En mi caso, esa policía ha preconstituido una prueba falsa y como eso puede haber mucho más".
Eso sí, a raíz del episodio, la policía, e incluso una parte del PP, acusa a Cascos de atacar para hacer carrera política en Asturias. Desde luego, está siendo un formidable lanzamiento de campaña por la presidenta del Principado asturiano y por el regreso del "duro Cascos".