
Si es verdad lo que dice este jueves en portada el diario La Razón, estaríamos, sin duda, ante un grave escándalo de la Justicia y quizás de más gente que esté detrás de ello. Hablamos de la noticia de que el antiguo líder del sindicato
abertzale LAB,
Rafael Díez Usabiaga, quien fue puesto en libertad por el juez
Garzón para poder hacerse cargo de su madre, no habría visitado a ésta en los 9 días que lleva ya en libertad.
La decisión ya fue polémica en sí, porque por mucho que existe una Ley de Dependencia, no se entiende que una persona que estaba en prisión por ser un dirigente cercano a ETA, según la Fiscalía, haya sido liberado por este asunto por mucho que apunte a razones muy humanas. Insistimos que esto es lo que afirma un periódico, pero ante la posibilidad de que sea verídico, no podemos dejar de llamar la atención sobre el caso. Sería un nuevo escándalo para Garzón y en general, para el sistema. Porque... ¿querría decir esto que ha habido un trato de favor hacia este dirigente
abertzale de cara a un nuevo proceso de diálogo con el entorno etarra?