Lo que son las cosas, el presidente de la Junta,
Griñán, llamadme Pepe, se ha descolgado con una confesión íntima que nadie esperaba. "
Lo que más me ha costado en la vida -ha dicho en la voz de su amo, es decir, en Canal Sur-
ha sido tener que rebajar un 5 por ciento el sueldo de los funcionarios". A él no le duelen el casi millón de parados que pueblan las calles de Andalucía, algo sobre lo que ya tiene experiencia de cuando fue ministro de Trabajo, ni la congelación de las pensiones que afecta a un millón de jubilados andaluces a los que apenas les llega el sueldo mensual para malvivir. A él le duele haberle bajado el 5 por ciento a los más de cuatrocientos mil funcionarios de la autonomía andaluza. Quizás si en lugar de cuatrocientos mil, fuesen la mitad, a lo mejor no habría sido necesario ese recorte. Porque tocamos a un funcionario por cada diez andaluces, lo que me parece a todas luces algo excesivo. Digo yo que le habrá dolido tanto porque será que él ha sido funcionario durante toda su vida (desde que aprobó las oposiciones a inspector de Trabajao en 1969) y existe una especie de conciencia de clase, porque si no, no se entiende. Al fin y al cabo, los funcionarios tienen afortunadamente -porque casi todos se lo han ganado con unas oposiciones- un puesto de trabajo que dificilmente pueden perder y eso, a estas alturas de la crisis, es toda una garantía de estabilidad familiar. A ver cuantos andaluces que actualmente cobran el paro (o peor aún que ya se les ha acabado) no se hubieran apuntado sin dudarlo a que, en lugar de ponerlos de patitas en la calle, su empresa les hubiesen rebajado su sueldo en un cinco o en un diez por ciento. Así que menos lobos, Caperucita.
Y es que
Griñán llamadme Pepe pertenece a la llamada "gauche divine". Vean, si no, su biografía en
Wikipedia. El primer párrafo no tiene desperdicio, dice así: "
José Antonio Griñán Martínez (Madrid, 7 de junio de 1946, acaba por lo tanto de cumplir 64 años, edad en la que mucho estaremos jubilados), también conocido como
Pepe Griñán,
es un político español, miembro del Partido Socialista Obrero Español". Que no se enfade por lo tanto si yo le aludo como
Griñán llamadme Pepe, porque hasta la página web del PSOE de Andalucía insiste en llamarle así. Bueno, a lo que iba, que siempre ha dado la imagen de un hombre exquisito, a quien le encanta la ópera y la música clásica, la literatura difícil y las películas de arte y ensayo. No me extraña que cada vez que lo veo y le saludo en el Parlamento andaluz me eche una bronca por mi poco ortodoxa forma de vestir, y eso que yo no voy de "hippie". El caso es que el presidente de la Junta aparenta una imagen de intelectual progresista muy acorde con el reciéntemente fallecido
José Saramago, el nobel portugués nombrado por
Chaves Hijo Predilecto de Andalucía.
En fin, queridos lectores. Cierro este kiosco por unos días ya que, invitado por
Gabi Dondra de Rendelsur (Coca-cola), voy a ver si animo a nuestra Selección de Fútbol en Johannesburgo a conseguir pasar, al menos, a octavos de final. Con un grado bajo cero de temperatura, acudiré al estadio Ellis a tocar la bubucela en el España-Honduras con casi un centenar de sevillanos dispuestos a repetir la hazaña de hace dos años en Insbruck contra Rusia. Estaré de vuelta el martes por la noche. Ya les contaré como se ven las cosas de España a tantos miles de kilómetros y en un país en el que la pobreza y el sida hacen estragos. Hasta entonces, que les sea leve.