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¿Crisis en el Ministerio de Gobierno?

¿Crisis en el Ministerio de Gobierno?

jueves 19 de agosto de 2010, 17:04h
Las presiones, renuncias y procesos desatan crisis interna en el Ministerio de Gobierno, ya que en menos de un mes dejaron sus cargos el ex viceministro de Régimen Interior, Gustavo Torrico; el ex director de Régimen Interior, Edgardo Vásquez y ahora el ex director de Régimen Penitenciario, Wilson Soria.
Soria renunció ayer a sus funciones, alegando presiones por parte del titular de Gobierno, Sacha Llorenti, ante su negativa de trasladar al súbdito alemán Dirk Schmidt al penal de máxima seguridad de Chonchocoro.

Al respecto, el viceministro de Régimen Interior, Marcos Farfán y el director General de Asuntos Jurídicos del Ministerio de Gobierno, Fernando Rivera, en conferencia de prensa, aseguraron que la renuncia del viceministro de Régimen Penitenciario, Wilson Soria, no se debía a presiones, sino a procesos administrativos en su contra.

Por otro lado, el fiscal Franz Contreras que investiga el caso “menonitas”, donde está implicado el ciudadano alemán Dirk Schmidt, anticipó que en audiencias de medidas cautelares, requerirá la detención preventiva de Torrico y Vásquez, al considerar que cuenta con los elementos de prueba suficiente que demostrarían la conformación de una supuesta red de extorsionadores.


Tras siete meses intensos de gestión, rodeado de casos de alta sensibilidad social y controvertidos desde el punto de vista político como “Caranavi, “Uncía”, “Torrico”, “Soria” y otros, el ministro de Gobierno, Sacha Llorenti, enfrenta uno de sus momentos más críticos al extremo de que sus adversarios creen que la crisis de su despacho lo deja al borde de su alejamiento del gabinete del presidente Evo Morales.

En las últimas dos semanas, el ministro de Gobierno, Sacha Llorenti, propició la salida de ese Ministerio de tres autoridades: el viceministro de Régimen Interior, Gustavo Torrico; el director de Régimen Interior, Edgardo Vásquez y ahora, ayer, el director de Régimen Penitenciario Wilson Soria. Todos ellos, denunciaron presiones e irregularidades en contra del ex activista de Derechos Humanos.

Los pedidos de renuncia y destitución de parte de organizaciones sociales, dirigentes sindicales y legisladores de oposición fueron insistentes en los últimos días. Ante este panorama – informa ANF – el senador del MAS, Eugenio Rojas, considera que se debe investigar las razones que motivaron la renuncia de Soria y que si el ex sacerdote detectó irregularidades, éstas deben ser denunciadas oportunamente.

Por su parte, los diputados de la oposición Elizabeth Reyes (Unidad Nacional) y Luis Felipe Dorado (Convergencia Nacional) consideran que si el presidente Evo Morales mantiene a Llorenti en su gabinete, lamentará más situaciones embarazosas y de violencia que perjudicará a su imagen y al andamiaje de su gobierno. Reyes, al manifestar que Llorenti está al borde del alejamiento de su cargo, dijo que la autoridad de gobierno “ya debería renunciar” por las constantes fallas e irregularidades en el ejercicio de sus funciones.

PRESIONES ILEGALES DE LLORENTI

La agencia de noticias Fides asegura que el caso “menonitas” complica la situación del Ministro de Gobierno haciendo referencia a la renuncia y a las denuncias presentadas ayer por el director Nacional de Régimen Penitenciario, Wilson Soria, en sentido de que el titular de Gobierno, Sacha Llorenti lo presionó de manera ilegal para trasladar al súbdito alemán Dirk Schmidt de la cárcel de Santa Cruz al penal de máxima seguridad de Chonchocoro en La Paz.

El ex sacerdote salesiano, conocido por su labor humanitaria que brindó a las víctimas en octubre de 2003 en la zona de Villa Ingenio de El Alto, reveló sus discrepancias que mantuvo desde hace algún tiempo con Llorenti, aunque prefirió llamarla “relación de incompatibilidad”.

“Tomo la decisión de dimitir por las presiones del ministro de Gobierno, Sacha Llorenti, quien me exigió trasladar al alemán Dirk Schmidt de Palmasola en Santa Cruz al penal de Chonchocoro en La Paz”, dijo Soria entre sollozos, ante la relación tensa que mantuvo con Llorenti en las últimas semanas, a lo cual consideró una “injusticia”.

“Fueron diversos tipos de presiones que no me gustarían entrar en detalle porque a veces por una opinión equivocada (...) al parecer esperan que cometa un error para meterme un proceso y sea la justificación de una destitución o proceso penal. Durante este tiempo me he estado cuidando de no cometer errores, pero con esta situación no se puede trabajar”, manifestó.

SEÑALES DIVISIONISTAS

Las pugnas, acusaciones y contra acusaciones internas en el Gobierno comenzaron a intensificarse a principios de mes. Varios analistas de la realidad nacional como Marcelo Vanoux y Carlos Cordero opinaron, de manera coincidente, que debido a los problemas internos el MAS llegaría al fin del período “exhausto” desde el punto de vista del apoyo ciudadano. Los analistas creen que no es normal que dentro del partido de gobierno se den una especie de “ajuste de cuentas”

Una de las señales de crisis en el Ministerio de Gobierno fue desnudada por el ex viceministro Gustavo Torrico, recientemente imputado por la Fiscalía de La Paz en caso presunto de extorsión a ciudadanos menonitas en la ciudad de Santa Cruz. En una declaración anterior, aceptó que en los niveles internos del MAS y del Gobierno se advierte una confrontación entre fundadores, “representantes y luchadores genuinos” y los que llegaron recientemente como “paracaidistas”.
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