Un ecuatoriano torturado en Panamá declara ante la Corte IDH
miércoles 25 de agosto de 2010, 23:09h
La Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH), con sede en Costa Rica, escuchó la declaración del ecuatoriano Jesús Vélez Loor, detenido y encarcelado en Panamá en el 2002, sobre las supuestas torturas y violaciones a los derechos humanos que sufrió en ese país.
La supuesta víctima contó a los jueces cómo, en su calidad de inmigrante ilegal, fue arrestado de manera violenta por la policía panameña el 11 de noviembre de 2002 en la provincia fronteriza de Darién, y luego estuvo preso por diez meses, hasta que fue deportado, en septiembre de 2003.
De acuerdo con Vélez, la noche de su arresto, oficiales armados con rifles AK47 lo hicieron caminar descalzo desde el punto de su detención hasta un cuartel, donde lo colgaron por más de ocho horas de un brazo y le golpearon.
Posteriormente, dijo, fue trasladado a una prisión y como resultado de un proceso del que no tuvo conocimiento, sin contar con abogado defensor ni asistencia consular, y sin ser informado sobre sus derechos, fue condenado a dos años de prisión.
Esta condena, de acuerdo con los representantes del Estado panameño, se debió a que antes de noviembre de 2002, Vélez había sido detenido y deportado en tres ocasiones a Ecuador.
En la cárcel La Joyita de la capital panameña, según contó Vélez, vivió en condiciones de hacinamiento, con falta de atención médica y fue sometido a torturas.
Como una medida de protesta por las malas condiciones de vida en la prisión y la falta de acceso a salud y justicia en su caso, en junio de 2003 Vélez decidió coserse los labios, acción por la cual fue trasladado al pabellón 12, el de máxima seguridad de la prisión.
Allí, aseguró hoy a la Corte, fue torturado con gases lacrimógenos, un polvo sobre la piel que le quemaba, golpes e insultos.
"Las paredes estaban manchadas de sangre, los detenidos estaban desnudos y los policías les caminaban encima con sus botas. Los detenidos se orinaban y defecaban de terror. La gente pedía a gritos que la mataran mientras les daban garrotazos en las plantas de los pies", detalló Vélez.
Jesús Vélez Loor fue deportado, gracias a las gestiones del Consulado ecuatoriano al que finalmente logró contactar a través de un teléfono celular clandestino dentro de la prisión, de acuerdo con su testimonio.
El Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (Cejil), representante de la supuesta víctima, ha señalado que las denuncias interpuestas por Vélez Loor nunca han sido investigadas de forma seria y diligente por parte del Estado panameño.
Para Cejil, "las violaciones cometidas en perjuicio de Vélez Loor se enmarcan dentro de un contexto generalizado de discriminación y criminalización de la migración, como un intento fallido de procurar la disminución de los flujos migratorios".
"Este caso refleja la triste realidad de los inmigrantes latinoamericanos. Criminalizados por el simple hecho de ser indocumentados, detenidos ilegalmente, o deportados de forma inmediata y forzada sin tener la posibilidad de defenderse", apuntó la organización.