Me parece bien que los responsables políticos no se pongan nerviosos con los comunicados de ETA y den cuerda a la banda terrorista para que sea ésta quién avance hacia la solución final que no puede ser otra que el abandono definitivo de las armas.
Es la primera vez que los partidos están manteniendo la cabeza fría sin dejarse llevar por los cantos de sirena. Y es que el Estado democrático ha dado muchos, muchísimos pasos, durante todos éstos años, sentándose nada menos que a hablar con la banda terrorista, y ésta siempre ha respondido de la misma manera, al final con un bombazo o asesinando a sangre fría.
.png)
De manera que después de tantas treguas fallidas, de tantos comunicados retóricos, de tantas esperanzas vanas, sólo queda que sea ETA quién dé los pasos que debe de dar para ponerse punto final a sí misma. Otra cosa es cómo quiere y puede hacer ese camino. Peor lo que no puede pretender, ni nadie puede pretender, es que ahora los responsables políticos se pongan a dar saltos de alegría porque parece que ésta vez se mueven hacia el final.
ETA es un anacronismo sin sitio en el siglo XXI aunque naturalmente los terroristas siempre tienen capacidad para matar y hacer el mal. Pero a pesar de eso, ya les ha barrido la historia.
ETA ahora se agarra a los mediadores internacionales en un intento de recuperar protagonismo e iniciativa, y seguramente éstos mediadores podrían llevar a cabo una labor que lleve a que la banda terrorista comprenda que debe dejar las armas. Pero lo que a estas alturas no entendería la sociedad española es que el gobierno se volviera a sentar a negociar y mucho menos contrapartidas políticas. Eso es algo que deben de tener en cuenta los posibles interlocutores internacionales de la banda.
La violencia y el asesinato no pueden legitimar nada, y menos una negociación política donde haya contrapartidas. Otra cosa es que si los terroristas dejan definitivamente las armas la sociedad española y el Estado quieran ser generosos arbitrando medidas de reinserción y de perdón. Pero todo a su paso, y nunca por adelantado.
Desde luego lo más importante es que el PNV se mantenga firme en su actual posición, que no dude no se tambalee, que no rompa la unidad de los demócratas frente a ETA. Eso, y que la izquierda abertzale dé un paso al frente, condene la violencia y pida a ETA sin paliativos que deje la violencia. Mientras tanto lo mejor es continuar observando con la cabeza fría los movimientos de ETA, sin menospreciar lo que dice pero sin mostrar ni esperanzas ni entusiasmo.
Lea también:
Si (
No(
.jpg "Crítica de 'Hit Me Hard And Soft', el nuevo disco de Billie Eilish")
