La victoria de este viernes supone la octava de los últimos nueve partidos entre ambas escuadras --los ocho anteriores en el pasado curso-- y se traduce en un importante golpe anímico para el equipo de Ettore Messina, que sufre sobremanera si su rival viste de blaugrana. El Barça fue imparable; el Real Madrid fue de todo menos un equipo.
Y es que el tercer proyecto de Xavi Pascual deja claro que las líneas maestras serán las mismas que años atrás. Una buena dirección a cargo de Ricky Rubio --menos alocado que en Turquía--, un buen tiro exterior merced a las muñecas de Jaka Lakovic y del sempiterno Juan Carlos Navarro, y centímetros y calidad en la pintura gracias a Vázquez y Lorbek, entre otros.
El primer cuarto demostró las diferencias entre los dos equipos. El Barça --que no acusó los 6.75 del perímetro-- destacó por la fluidez en la circulación del balón y por su contundencia en el rebote. El Madrid no sabía muy bien cuál era su hoja de ruta. Sergio Rodríguez, en su vuelta a una competición ACB, no estuvo bien y Llull perdió el norte alejado de su función de 'playmaker'.
Ante la desesperante dirección merengue, el Barcelona comenzó a despegarse (26-15, min.10) en el electrónico por Terence Morris, soberbio bajo en los dos aros. El ala-pívot de Maryland (16 puntos) ejerció de líder culé junto con Pete Mickeal, que regresaba una vez más al Buesa Arena y lo hizo con sobresaliente (13 dianas).
En el bando capitaliano sólo el 'cañonero' Clay Tucker salvaba al Real Madrid de la quema con buenos lanzamientos desde el exterior. El ex de la 'penya' se mostró suelto, pero su valentía era demasiado pequeña como para cambiar el curso del partido, un partido que ya tenía dominio, absoluto e irrefutable, del Barcelona.
PÉSIMO TERCER CUARTO.
Si al descanso la ventaja blaugrana era de 16 (45-29) el tercer cuarto mató a los de Messina, inoperantes ante su máximo rival, heridos en su orgullo, pero apáticos en la pista. Inadmisible para un equipo como el Real Madrid en el que las nuevas incorporaciones participaron de manera desmedida.
En este acto se soltó el Barça y le entró todo. Un 31-8 que dejó sentado a Messina, quien aleccionaba una y otra vez al canario Rodríguez. El ex NBA se mostró excesivamente individualista, cómo si tuviese ganas de demostrar el porqué de su contratación. Erraba en cada entrada y no repartía juego.
Fran Vázquez anotaba de tres y el Madrid se desesperaba. El final del partido fue lo mejor para el cuadro madridista. Un equipo que sigue en construcción y que ha tenido poco tiempo para preparar esta competición, pero que no puede caer de manera estrepitosa ante su eterno rival, aunque éste sea el cielo baloncestístico de toda Europa.
FICHA TÉCNICA.
--RESULTADO: REGAL FC. BARCELONA, 89 - REAL MADRID, 55.
--EQUIPOS.
REGAL FC BARCELONA: Sada (7), Navarro (6), Mickeal (13), Morris (16), N'dong (1) --cinco inicial--; Lakovic (8), Ricky Rubio (13), Basile (1), Grimau (6), Lorbek (7), Perovic (2) y Vázquez (9).
REAL MADRID: Prigioni (-), Llull (4), Tomic (4), Velickovic (4), Reyes (6) --cinco inicial--; Garbajosa (1), Mirotic (-), Sergio Rodríguez (6), Suárez (3), Vidal (2), Fischer (10) y Tucker (15).
--PARCIALES: 26-15, 19-14, 31-8, 13-18.
--ÁRBITROS: Conde, Hierrezuelo y Peruga. Eliminaron a Ndog por faltas personales.
--PABELLÓN: Buesa Arena. 9.500 espectadores.
Por su parte, en el anterior encuentro, el vigente campeón de la ULEB EuroCup accedió a la final - y dejó en el camino al auténtico gobernador de este certamen, con cuatro títulos en las seis ediciones disputadas, en un choque en el que supo mantener la calma de los minutos finales y en el que no acusó ni las bajas ni la escasa aclimatación de sus nuevas piezas.
Por ello, conscientes de la escasa preparación de los 'taronjas', el cuadro baskonista arrancó de forma fulgurante con un parcial de 7-0 al compás de Stanko Barac, emergente dueño de la pintura vasca ante la marcha de Tiago Splitter. Pese a todo, los de Manuel Hussein se mantuvieron en el choque gracias al juego interior y a las entradas a canasta del incombustible Rafa Martínez.
Y es que la nueva distancia del tiro de 3 afectó de lleno al devenir del duelo. Con ambos conjuntos naufragando desde los 6,75 --ninguno rebasó el 28 por ciento de efectividad al descanso--, el progreso de los guarismos quedó en manos de los hombres altos. Fue entonces cuando el 'panzer' Bruno Sundov --quien cuenta con un contrato mensual ante la lesión del lituano Javtokas--, tomó el mando en la zona para adelantar a los levantinos (25-29).
Ante esta tesitura, en la que estaba más cómodo el Power Electronics Valencia ante la intimidación de los 2,21 metros del pívot croata, el último héroe de las finales de la ACB, el internacional español Fernando San Emeterio, eliminó el miedo escénico de la nueva marca del triple con dos aciertos y reinstauró la ventaja local.
El cántabro, que porta el estandarte de los vigentes campeones ligueros ante la marcha del buque insignia Splitter --que cruzó el charco para cumplir el sueño americano--, cazó importantes rebotes ofensivos y dio segundas oportunidades que le sirvieron al Caja Laboral para cerrar la primera mitad con una tímida ventaja (37-34) y con los ánimos renovados.
Pese a todo, fue la disciplina valencianista la que tomó el testigo a la reanudación. Y esto, a pesar de que se presentaba a la cita hasta con siete jugadores nuevos. Gracias a esta remodelación, liderada por el versátil Dusko Savanovic (10 puntos), y la aportación de la vieja guardia, con Serhiy Lishchuk (18 puntos) como francotirador, el bloque debutante tomó su máxima ventaja (44-50) en el luminoso.
No obstante, los de Dusko Ivanovic, más forjados en estas batallas, tiraron de la experiencia del capitán Mirza Teletovic (14 puntos) para amortiguar la sangría (52-53) en el último cuarto. En este 'rush final', el que el intercambio de golpes benefició al Caja Laboral, más labrado físicamente, pudo el conjunto vitoriano retomar el liderazgo (62-61) a falta de dos minutos.
Así, con la merma del tiempo, apareció lo más destacado del partido. Un tapón decisivo de un desaparecido Claver, una recuperación de San Emeterio propia de las finales ACB y, finalmente, una canasta a dos segundos del final de un Nando de Colo (17) que puso la puntilla a un choque que, pese a no brillar por su juego, sí respondió a las expectativas por su intensidad.
FICHA TÉCNICA.
--RESULTADO: CAJA LABORAL, 66 - POWER ELECTRONICS VALENCIA, 67. (37-34, al descanso).
--EQUIPOS.
CAJA LABORAL: Huertas (10), San Emeterio (12), Logan (2), Teletovic (14), Barac (13) --posible cinco inicial--, Ribas (-), Haislip (5), Oleson (2), Bjelica (3) y Pietrus (5).
POWER ELECTRONICS VALENCIA: Cook (-), Rafa Martínez (6), Richardson (2), Savanovic (10) y Lischuk (18) --posible cinco inicial-- De Colo (17), Sundov (14), Víctor Claver (-), Jeremy Richardson y José Simeón (-).
--PARCIALES: 20-18, 17-16, 15-19 y 12-12.
--ÁRBITROS: José Antonio Martín Bertrán, Luis Redondo y Óscar Perea. Eliminaron por faltas a Stanko Barac, del Caja Laboral.
--PABELLÓN: Fernando Buesa Arena. 9.200 espectadores.
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