www.diariocritico.com
Tensiones en el PP de Asturias: tiempos de reflexión y firmeza

Tensiones en el PP de Asturias: tiempos de reflexión y firmeza

viernes 24 de septiembre de 2010, 18:58h
El problema de Francisco Álvarez-Cascos no es la muy justificada rebelión a bordo del PP de Asturias. Es otro mucho más serio y antiguo, de algunas relaciones peligrosas de sus tiempos de vicepresidente del Gobierno y luego de ministro de Fomento, que no sería razonable anticipar cuando todavía pueden emerger o no en el escenario de la opinión pública. Lo cierto es que Álvarez-Cascos, sin negarle otros méritos y cualidades políticas, personifica la cara menos atractiva del PP y es político de raros movimientos, como por ejemplo, cuando era nada menos que vicepresidente del Gobierno y removió Roma con Santiago y se dedicó a segar la hierba bajo los pies del entonces ministro de Fomento, el muy serio y riguroso en la gestión y en los temas económicos Rafael Arias-Salgado para, sorprendentemente, “descender” desde la cumbre de la vicepresidencia al más modesto sillón de titular de un Ministerio, eso sí, el popularmente conocido como “el Ministerio del Gasto”. No son pocos los que, dentro del PP, saben o dicen que saben más de lo que hasta ahora ha trascendido de aquellos tiempos, y así se entiende que el PP de Asturias prefiera curarse en salud y buscar una candidata con menos riesgos.

    Por supuesto, sucederá lo que tenga que suceder, pero si finalmente Álvarez-Cascos ganase la partida y se convirtiera en candidato del PP, sobran motivos para temer movimientos sísmicos de cierta intensidad en el Principado, y desde luego con reflejos muy posiblemente incómodos en el ámbito nacional. Hasta qué punto el actual líder del PP, Mariano Rajoy –político al que se podrán criticar otras cosas, pero de cuya rectitud en los temas económicos nadie dudaría ni por un instante– sabe o no sabe de tan incómoda trastienda es difícil sacar conclusiones, pero lo cierto es que al PP, no sólo en Asturias, le conviene poner distancias respecto a algunos dirigentes con demasiada carga, o por lo menos sospechas de carga, en sus relaciones personales. De la misma manera que Alberto Núñez Feijóo es un valor seguro y tranquilizador para el PP en Galicia, muchos temen que Francisco Alvarez-Cascos podría parecerse demasiado a una bomba de relojería para el PP en Asturias. 

    Así están las cosas en los escenarios autonómicos. La creciente debilidad del Gobierno del Estado agudiza las contradicciones internas y las tensiones en los territorios autonómicos. Es evidente que Euskadi se dispone a vivir movimientos  políticos de gran intensidad sísmica. Como lo es igualmente que el nacionalismo catalán sereno y solvente que representa CiU se acerca a una más que vistosa recuperación del poder político en Catalunya. En un horizonte marcado, en el corto y medio plazo, por la necesidad de que derechas e izquierdas sumen y arrimen el hombro para salir bien del pozo de la crisis económica, los personajes inverosímiles, como el cordobés Montilla en Catalunya, o el menos que leve Patxi López en Euskadi, tienen poco recorrido por delante.

Es de sentido común que los catalanes desean ver nuevamente al frente de sus instituciones a políticos preparados, sólidos y fiables como el nacionalista Arthur Mas y el democristiano Josep Antoni Durán i Lleida, no por casualidad el político mejor valorado en el conjunto de España. De igual manera, el Principado de Asturias se merece, de uno u otro signo político, una presidencia sin sospechas. Han pasado, afortunadamente, los tiempos de lanzar campanas al vuelo y de cerrar filas ciegamente por pura y dura disciplina de partido. Lo mismo en la derecha que en la izquierda.

    En los tiempos difíciles de crisis económica que vivimos, y que todavía durarán, el país y cada de las comunidades necesitan políticos fiables y honrados. Parece que en el PP de Asturias lo tienen claro, lo que es una buena noticia electoral para el partido que actualmente lidera Mariano Rajoy. Por cierto, que habrá que referirse pronto y en detalle a serios riesgos para el PP, derivados igualmente de políticos de menor nivel, pero bajo no pocas sospechas, en alguna otra importante Comunidad autónoma peninsular. Pero esa es otra cuestión, tiempo al tiempo.

Lea también:

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
0 comentarios