La reducción de la pobreza

El éxito de cualquier gobierno, particularmente de aquellos de nuestra región, se mide por la reducción de la pobreza y el achicamiento de la brecha entre ricos y pobres, más que por otros indicadores que, en la mayoría de casos, solo benefician a reducidos grupos. Brasil es el ejemplo en nuestro subcontinente. En los últimos años, más de 27 millones de personas han dejado de ser pobres y entrado a formar parte de la clase media. 


En Ecuador, durante la actual administración, también se ha logrado mermar las rampantes cifras de pobreza.

 
Los números gubernamentales indican que, a diciembre de 2006, el 37,6% de la población nacional era pobre; a junio de este año, sin embargo, el Gobierno considera que los pobres conforman el 33% de la población, una cifra bastante alta todavía, pero en estos 4 años ha habido una disminución de 4,6%. Es decir, más de 200 mil connacionales han logrado salir de la pobreza. 


Las leyes y normas que las autoridades elaboran en la actualidad van enfocadas en ese sentido, en sacar a ese exagerado número de ecuatorianos de la pobreza. Crear empleo, terminar con los privilegios de ciertos sectores, o darles herramientas a los que menos tienen para que puedan competir en iguales condiciones que los grupos de poder económico, son parte de  las leyes que las autoridades promulgan. 


Hoy más que nunca los ecuatorianos deberíamos iniciar una campaña de análisis y conocimiento de los nuevos cuerpos legales, para darnos cuenta de que el objetivo final es la reducción de la pobreza en nuestro país.