www.diariocritico.com
Tiros por la culata

Tiros por la culata

miércoles 06 de octubre de 2010, 13:59h
   Sin duda, las primarias madrileñas han dejado en el camino un montón de personajes arrepentidos. Todos aquellos que, de manera directa o indirecta, consciente o inconscientemente, le han hecho a Tomás Gómez una campaña que ya le habría gustado firmar a los más finos y avezados estrategas del márquetin político. Porque en un tiempo récord, unos y otros, desde las propias filas y desde las de sus adversarios, han logrado convertir a un político casi desconocido, con una apariencia más bien gris y un bajísimo perfil, en una rutilante estrella, brillando con luz propia, en la cada día más apagada galaxia socialista.

   Quién se lo iba a decir a todos ellos; sobre todo a quienes tirando de encuestas, despreciaron a este hombre, cuyo aspecto tímido y reservado les pareció imposible de enfrentar a una elegante "lideresa" de rompe y rasga, para quien la timidez y la discreción deben ser cosas que sólo exhiben los palurdos.

   (Que mal, dicho sea entre paréntesis, están manejándose últimamente las encuestas en Ferraz. Y si no, que se lo pregunten a Julián Santamaría, el viejo oráculo a quien también despreciaron  cuando anticipó el desenlace de estas elecciones. Suponemos que, en este caso, el desprecio debió ser por viejo)

   Pero no sólo han aupado a Tomás Gómez, y le han convertido en estrella, sus descreídos compañeros de partido. Desde la oposición, temiendo el efecto de una Trinidad Jiménez más reconocida, más carismática y más jacarandosa, apoyaron la timidez y la supuesta falta de sustancia del líder del PSM. Les resultaba mucho más  cómodo. Quién sabe si también a ellos les va a salir el tiro por la culata.

   Ese tiro que le ha partido el hombro a José Luis Rodríguez Zapatero, diga él lo que diga y digan lo que digan los demás. Un hombro herido que ahora quiere arrimar al del vencedor afirmando que se equivocó, que "no podemos tener siempre razón. Tomás Gómez es el mejor". Menuda cosa; resulta que el campeón de las rectificaciones lo es también del arrepentimiento.

   Ese tiro ha congelado la sonrisa de la ministra de Sanidad (aunque Trinidad fuese una mandada muy a su pesar) y torcido el gesto del ministro de Fomento. El tiro que Pérez Rubalcaba, ministro de Interior, previó, porque es el más listo (y va por libre) y al que, en gran medida, puso un nombre que se convertiría en eslogan; un magnífico eslogan: "El candidato que dijo no a Zapatero".


Lea también:
¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
0 comentarios