No pude votar por Tomás Gómez porque desde la Guerra de Yugoslavia -Guerra “socialdemócrata” que permitió, y justificó, que aviones Norteamericanos y cipayos bombardearan a un pueblo europeo más de 30 años después de 1945- dejé de pagar mi cuota al PSOE. Y lamento no haber podido hacerlo: creo que nuestras élites europeas están mucho más cerca unas de otras que de sus propios pueblos. Y que, por ello, ya no se puede confiar en ellas. Pero sí en los pueblos, en las bases. Entre otras cosas porque éstos no pueden ser más traidores que las clases dominantes. Las cuales están traicionando una y otra vez, por activa y / o por pasiva.
Nuestras nomenclaturas han fracasado claramente en cuanto a defender el pueblo. Pero lo menos que se podía esperar de ellas era que lo hicieran. A la mierda.
Y si el populismo es el poder por el pueblo, pues bienvenido sea. Y a ver si es verdad. Yo votaré por Tomás en las elecciones correspondientes.
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