Miedo en el cuerpo

"No te engañes. Pepe sabe nadar y guardar la ropa. Por más que le apreteis las tuercas no se va a mojar hasta que no lo vea muy, muy claro. Además, como ya habeis apuntado los periodistas políticos en diversas ocasiones, nunca ha sido un hombre del aparato y no le gusta inmiscuirse en las peleas internas del partido que sabe que sólo traen problemas". La frase es de un socialista de toda la vida, apartado ya de la primera línea pero todavía influyente, que ha tenido cargos importantes en la Junta y en la Ejecutiva del PSOE andaluz, cuando le pregunto qué le ha parecido la salida de tono del presidente de castellano-manchego, José María Barreda, y los "balones fuera" arrojados por Griñán, apuntando algunas críticas ("el momento es complicado", se ha limitado a decir) pero no queriendo "mojarse" demasiado sobre el futuro de Zapatero. Lo cierto es que las primarias de Madrid con el sorpresivo triunfo de Tomás Gómez y la derrota de la candidata zapaterista, Trinidad Jiménez, han abierto una peligrosa espita que puede ser la Caja de Pandora cuando se celebren el próximo año las elecciones municipales y autonómicas. La mayoría de los denominados "barones" del PSOE, verdaderos virreyes en sus feudos autonómicos, callan y sólo Barreda. como en su momento hacía Rodriguez Ibarra, ha sido capaz de decir públicamente lo que casi todos piensan, que de continuar Zapatero con su actual política errática, el socialismo tiene sus días contados. Las elecciones catalanas, a finales del mes próximo, serán el primer gran test que demuestre cuanta razón llevan los críticos. Montilla va a perder la Generalitat por mucho apoyo que tenga de IU y ERC, y ese es sólo un primer paso de la futura catástrofe que anuncia Barreda. Porque no es sólo en el Gobierno de la nación, sino incluso en feudos históricos, como Andalucía, Extremadura o Castilla-La Mancha, donde llevan tres décadas gobernando, comienzan a tentarse la ropa por lo que pueda pasar.

Y esta falta de ilusión, esta desesperanza, este desasosiego se extiende por Andalucía como una imparable mancha de aceite entre las agrupaciones del PSOE andaluz. Esas encuestas que tan sólo hace un año pronosticaban por primera vez en la historia reciente el triunfo de Javier Arenas y que fueron tomadas a guasa por los socialistas y con total escepticismo por parte del electorado, comienzan a preocupar de verdad en las filas del PSOE. Ya no son sondeos más o menos maquillados del PP o de periódicos conservadores afines, son los propios del PSOE los que también reflejan un vuelta de la tortilla electoral, al menos en seis de las ocho provincias andaluzas. "Te aseguro, dice mi interlocutor socialista, que yo fui el primero en carcajearme cuando hace ahora un año, el PP sacó aquella encuesta que le daba mayoría en Andalucía, pero hay que reconocer que Zapatero no lo ha podido hacer peor, ha gestionado la crisis con el culo y, perdona la expresión, dándole por culo a sus propios votantes. No me extraña que sean muchos los compañeros que opten por quedarse en casa cuando lleguen las elecciones, porque, eso sí, al PP no lo vamos a votar en su vida, y menos a Javier Arenas. Y esta vez no nos va a servir ni el incondicional apoyo de IU"

El "silencio" de Griñán contrasta con el poder que tiene Andalucía dentro del PSOE. Es la federación más numerosa de toda España y controla la comunidad con mayor población y más afiliados. Con estas premisas, cualquier otro dirigente, llámese Chaves, Zarrías, Pizarro o Mar Moreno hubiese ya puesto el punto sobre las íes a favor o en contra de Zapatero (seguramente a favor, de momento) porque si alguien puede perder de verdad si los resultados electorales son catastróficos como anuncia Barreda, ese es el PSOE andaluz que tiene "colocados" a miles de miltantes en la Junta, en las diputaciones y en los ayuntamientos. ¿Dónde irán todos ellos si Zapatero y Griñán pierden las elecciones? Ya hay algún avispado que previendo lo peor se ha dado una vuelta por la sede regional del PP en la calle San Fernando, para ver a Arenas y preguntarle "qué hay de lo suyo". Como no haya pasado la crisis las listas del paro van a subir como la espuma.