Son como niños. ¿Se acuerdan que de pequeños nos gustaba hacer juegos de palabras y nos inventábamos lenguajes e idiomas propios para que los más torpes de la clase no nos entendieran? Pues al PSOE le ocurre algo parecido. Nos toman por torpes. Se creen que cambiando el idioma cambian la realidad. Y así nos va. Siempre están con los juegos de palabras para intentar confundir o entretener al personal. Claro que el personal ya no traga y está hasta la coronilla de los eufemismos de Zapatero y Griñán y de toda la cohorte de ministros, ministras, consejeros, consejeras y Pajines varias.
La última salida de tono le ha correspondido al presidente de la Junta de Andalucía, sí a Griñán llamadme Pepe, al que para desviar la atención de la crisis del PSOE en la que muchos se empeñan en inmiscuirlo y para no defraudar a los andaluces a quienes sorprende una semana sí y otra también con alguna paparruchada, se le ha ocurrido una verdadera (perdonen la expresión) gilipollez; ya lo han visto, llamar a los parados "oferentes de empleo" ¡toma ya! Griñán justifica la elección de este término en una c.png)
uestión conceptual, ja, con el objetivo de distinguirlo de las tradicionales palabras que definen a los que no tienen trabajo, algunas coloquiales como «parados» y otras, más formales, como «desempleados» o «demandantes de empleo». El matiz es importante, según argumenta Griñán, ya que un «oferente de empleo» hace referencia, dice, a gente que «con buena formación determinan qué quieren hacer». Genial. Veamos un ejemplo. Yo y unos cuántos colegas de mi profesión que hemos tenido puestos de responsabilidad en periódicos, estamos de patitas en la calle con cincuenta años y muchos de ellos están cobrando el paro pese a que es obvio que nuestra formación entra dentro de esos "oferentes de empleo" que dice Griñán y la mayoría queremos encontrar un trabajo remunerado y abandonar las colas del paro. El problema, claro, está en que, tal y como está el panorama, por más que te ofrezcas en las oficinas de INEM (el SAE en Andalucía) no encuentras quién te contrate, a no ser, claro está, que seas amiguete de alguien y te enchufe en el partido o en algún Gabinete de Prensa de la Junta o de un Ayuntamiento. Y eso mismo les ocurre a abogados, arquitectos, maestros y un sin fin de especialistas en paro que suman ya más de cuatro millones de parados en España y uno en Andalucía. Por ello, la nueva tontería de Griñán llamadme Pepe, podría tomarse como una broma de mal gusto si no fuera porque ofende a miles de familias andaluzas que suficiente tienen como para poder sobrevivir a finales de mes como para que su presidente les quiera tomar el pelo.
Querido Pepe, ni oferentes de empleo ni demandantes de empleo, un millón de andaluces son simple, cruda y llanamente parados y demasiado hacen con sobrevivir. Así que menos tonterías dialécticas, menos pamplinas oratorias. menos eufemismos y más trabajo para todos. Incluso para aquellos que están perfectamente cualificados y que, por conocimiento, capacidad y educación, posiblemente no voten más al PSOE.
Uno espera que los andaluces se harten de una vez de impresentables que mantienen una administración mastodóntica, que derrocha el dinero de todos en gastos como los 34.000 móviles "gratis total" que tienen adjudicados los diversos departamentos de la Junta y que, por una vez, seamos conscientes de que es necesario que algo cambie para que Andalucía deje de ser la Cenicienta de España y de Europa. Aunque para ello tengamos que mandar al paro a los miles de enchufados del partido que, ésos sí, no podrán ser nunca "oferentes de empleo" por su evidente falta de capacidad.
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