
El presidente chileno Sebastián Piñera fue incapaz de contener el llanto esta noche al recibir en la superficie del yacimiento San José, al norte de Chile, a Luis Urzúa, el último de los 33 mineros rescatados este miércoles.
Con lágrimas, emocionado, el mandatario abrazó a Urzúa, felicitó su decisión de permanecer hasta el último momento en el fondo de la mina y le dijo que sentía orgullo por él y por cada uno de los otros 32 mineros rescatados.
Urzúa, quien fue el último minero en salir a la superficie en su calidad de jefe de turno, agradeció al mandatario el apoyo gubernamental que permitió localizarlos 17 días después del derrumbe y rescatarlos este miércoles, tras 70 días sepultados.
Luego del llanto, Piñera recobró la calma y mantuvo un largo diálogo con el experimentado obrero minero, de 54 años, y más de tres décadas trabajando en el sector.
“Fue una gran emoción abajo y también aquí arriba. Esto no lo vamos a olvidar nunca”, dijo el gobernante al concluir el exitoso operativo de rescate de los 33 mineros, quienes permanecieron a 632 metros de profundidad desde el pasado 5 de agosto.