Para Argüello “Es baladí discutir si los ejercicios militares son viejos o nuevos”

"Tampoco importa si hubo notificación antes o después de la última vez que la recibimos. Este tipo acciones unilaterales no deberían realizarse. Y no es una opinión argentina, es un mandato de la Asamblea General de Naciones Unidas", afirmó el diplomático, según el cable de Télam generado por su enviado especial a Ushuaia.

Argüello sostuvo que Gran Bretaña "debe abstenerse de cualquier tipo de actos unilaterales mientras no se ponga en marcha el proceso negociador de soberanía en las islas".

El Reino Unido "otorga permisos de pesca por hasta 25 años en aguas del conflicto. Está explorando hidrocarburos con la intención de explotarlos. También explora minerales en la plataforma en litigio. Y ahora están los ejercicios militares. Son las cosas que no debe hacer", explicó.

Agregó que las protestas cursadas por Argentina sobre los ejercicios militares ante Inglaterra, la ONU y los 192 países que la componen, incluyeron las demás violaciones, referidas a la resolución 39/41 del organismo, que insta a las dos partes del conflicto a abstenerse de estas acciones unilaterales.

Ese mandato a la vez se sujeta al proceso negociador indicado en 1965 por la ONU, a través resolución 20/65, que establece que por la disputa de soberanía las dos partes deben negociar diplomáticamente una solución de fondo.

Por su parte, el presidente del Comité de Descolonización de Naciones Unidas, Donatus Keith Saint Aimee, advirtió ayer en Ushuaia que el proceso de independencia de las colonias "es muy largo y requiere paciencia, comprensión y cooperación", al referirse a la cuestión de las islas Malvinas.

"Para ustedes, que están tan compenetrados con la causa de Malvinas, cien años es mucho. Esperan respuestas más rápidas. Pero estos procesos son lentos y nosotros intentamos mantener a la cuestión viva y trabajar con dinámica", expresó.

En diálogo con periodistas al término de su encuentro con la gobernadora de Tierra del Fuego, Fabiana Ríos, Saint Aimee aclaró que la cuestión Malvinas "es muy diferente" a las de las 15 colonias que discuten su independencia en el mundo.

En ese sentido, puso como ejemplo a su país Santa Lucía -una isla del mar Caribe- que recién en 1979 logró su independencia, luego de pasar de manos "14 veces" entre Francia y Gran Bretaña.

"Era muy complejo y lo primero que hicimos fue lograr una nación unida, en la que todos los habitantes querían ser de Santa Lucía, no de Gran Bretaña ni de Francia", relató, agregando que fue un proceso "muy difícil".

"Todos los casos son distintos. No puede discutirse el caso de Malvinas de igual manera que el del Sahara Occidental. Nuestra tarea es mantener viva a la cuestión y no cesar en la búsqueda de las soluciones", dijo.

Agregó que "lo importante es discutir el tema en forma pacífica, y es necesario encontrar un buen momento y lugar para hacerlo", y sugirió que tal vez su país, "con hermosas playas", pueda convertirse en sede del debate por la soberanía de Malvinas