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El presidente Felipe Calderón ofreció un almuerzo al primer ministro de Belice, Dean O. Barrow, en la residencia oficial de Los Pinos, donde destacó que ambas naciones van en la dirección correcta al alcanzar niveles de colaboración y coordinación en temas de seguridad. El mandatario mexicano también destacó que se ha incrementado el comercio entre México y Belice, principalmente a través del Plan Mesoamérica.
La mala nota la dio Félix Canto, gobernador de Quintana Roo y vecino de Belice, quien increíblemente llegó tarde a la comida en los Pinos y tuvo que esperar hasta el final de los discursos del presidente Calderón y ministro Barrow, mientras tanto se “entretuvo” con su Blackberrry. El hecho fue muy comentado y criticado entre los reporteros de la fuente presidencial y aun entre políticos que pidieron no diéramos a conocer su identidad, pues hubo un momento en el que Canto, a quien todavía le quedan 6 meses de gobierno –será hasta abril cuando entregue el gobierno de Q.R. a su sucesor Borge-, tuvo la “aspiración” de tratar de luchar por la candidatura presidencial, lo cual ahora se ve que no era más que una broma de mal gusto. Si para un asunto tan sencillo, tal lo es el llegar a tiempo a un compromiso oficial con el Presidente de la República y con el Ministro que encabeza a Belice, vecina de Q.R., de ninguna manera se puede hablar de seriedad, en las actitudes de Canto