El avispero vallisoletano

    La cachaza con la que el PP se ha tomado la designación de sus candidatos a las principales alcaldías -asunto que no abordará hasta el mes de diciembre- viene alimentando desde hace tiempo tensiones mas o menos encubiertas en el seno del propio partido en las provincias cuyas capitales de provincia cuentan con alcalde socialista. (En las demás capitales, excepto Salamanca, se ha partido siempre de la base de que los actuales alcaldes del PP optarán a la reelección).

 La semana pasada comentábamos aquí lo del “síndrome Valdeón” referido a los ayuntamientos de León y Palencia. Sin llegar a la situación casi esperpéntica que se está produciendo en León, donde son ya media docena los presuntos candidatos del PP a la alcaldía, en Segovia y Soria la cuestión se ha utilizado igualmente como arma arrojadiza entre sectores enfrentados dentro del propio partido. Mucho de eso hubo por ejemplo en la decisión de la senadora Juana Borrego de postularse como candidata a la alcaldía de Segovia frente a las aspiraciones de la actual portavoz y asimismo senadora, Beatriz Escudero, la protegida de Alfonso Fernández Mañueco.  (Mañueco ha tenido que salir también a cerrar el paso al delegado territorial de la Junta, Luciano Municio, quien también se había lanzado a ese ruedo).

Y lo mismo cabe decir de la ocurrencia de la vicepresidenta de la Junta, María Jesús Ruíz, de sugerir que la candidatura a la alcaldía de Soria la asumiera la presidenta provincial del PP, Mar Angulo, a la sazón asimismo senadora. (Otra cosa no, pero en Castilla y León senadoras y senadores del PP tenemos por un tubo).

Con ese panorama es imaginable hasta que punto la posibilidad de tener que prescindir del alcalde de Valladolid pone los pelos de punta a los máximos responsables regionales y provinciales del PP. Por eso, en su agitada entrevista con Carlos Francino, Juan Vicente Herrera dio por hecho que Javier León de la Riva volverá a ser el candidato, algo sobre lo que después ha sido del todo explicito Ramiro Ruiz Medrano, el presidente provincial. En todo caso la última palabra sobre el particular no está en la calle María de Molina (sede regional del PP) ni en la de Alcalleres (sede provincial),  sino en la calle Génova, donde por cierto tienen un monumental cabreo con la indiscreción cometida por el alcalde vallisoletano al revelar que Rajoy le había mostrado su apoyo vía sms.

Bastante complicada se presenta la lista del PP por Valladolid a las próximas elecciones autonómicas.Tomás Villanueva, que la ha encabezado en las tres últimas ocasiones, en principio quiere seguir. No digamos ya el consejero de la Presidencia, José Antonio de Santiago, quien aspira a ser el futuro vicepresidente primero -si no único- de la Junta. Y a ambos se añade Ruiz Medrano, que deja la presidencia de la Diputación para saltar a la política autonómica. ¿Quién de los tres encabezará y porque orden irán los dos restantes?
 
De Santiago, la mano que mece la cuna, querrá además colocar en la lista a sus patrocinadas Pilar del Olmo y María José Salgueiro, cuya presencia haría peligrar la continuidad de Mercedes Coloma, a la que pueden pasar factura por su “osadía” de encabezar una lista alternativa (por cierto con no escaso respaldo) en el pasado congreso provincial.

Raul de la Hoz y Alfonso García Vicente parecen intocables y ello va a hacer muy difícil la continuidad de Arenales Serrano, que para eso también es senadora, y no digamos la del veterano Francisco Aguilar, quien lleva apalancado como procurador desde1995, así como la de Crescencio Martín Pascual, el alcalde de Medina, uno de los parlamentarios mas improductivos que han conocido las Cortes regionales en sus 27 años de historia.

(En las fotografías, Beatriz Escudero, Ramiro Ruíz Medrano y Pilar del Olmo)