Los carteles de "Gracias Néstor" y "Fuerza Cristina" fueron los que más se repetían entre la multitud, que, a pesar de ser feriado por la realización del censo, se las ingenió para estar presentes en el inicio de lo que será una larga y conmovedora despedida para el ex presidente argentino Néstor Kirchner.
Profunda tristeza se veía en las caras de sus seguidores, muchos aún sin poder creer lo que estaba ocurriendo, abrazándose con sus pares para poder encontrar un mínimo consuelo.
La Casa Rosada no era la misma para ellos. A partir de ese "maldito miércoles" alguien iba a faltar. Y ese alguien era "su líder", el ex presidente que ocupó el íllón del 2003 al 2007, pero que desde el 2007 a la actualidad acompañó a Cristina y que a partir del 2011 soñaba retornar a ese lugar que solo llegan los elegidos.
Las conversaciones que se daban por todos los sectores eran muy parecidas, pero tenían un eje común: se juramentaban apoyar a Cristina por sobre todas las cosas, no dejarla caer, y redoblar los esfuerzos para continuar con el modelo iniciado en el 2003. El mensaje era claro: si Cristina soportaba esta situación, y decidía ir por la reelección iba a quedar muy fortalecida, pero todo era cuestión que ella tomara esa determinación.
Muchos no podían creer las muestras de reconocimiento por parte de algunos dirigentes de la oposición, que del día a la noche transformaron a "un demonio" en el "estadista más grande de la Argentina", y es por eso, que, de tanto en tanto aparecían los cánticos, para descargar un poco tanta angustia contenida, contra el vicepresidente Julio Cobos, o contra el diario Clarín.
Pasadas las 20, arribaron a la Plaza miembros del Gabinete nacional, entre ellos los ministros de Trabajo, Carlos Tomada; de Defensa, Nilda Garré; de Educación, Alberto Sileoni; de Producción, Débora Giorgi, además de la presidenta del Banco Central, Mercedes Marco Del Pont y el secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luís Duhalde.
Además, asistieron el titular de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual, Gabriel Mariotto; el senador nacional Daniel Filmus y el titular del bloque de diputados del Frente para la Victoria, Agustín Rossi, entre otros.
Los funcionarios del gobierno se desplazaron con dificultad entre la multitud que coreaba el nombre del ex presidente y expresaba su apoyo a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Las Madres de Plaza de Mayo, encabezadas por Hebe de Bonafini, también hicieron su ingreso al lugar y poco después arribaron las Abuelas de Plaza de Mayo.
Las columnas llegaban a la Plaza de Mayo por Avenida de Mayo y a través de las diagonales Norte y Sur, que permanecieron cortadas al tránsito durante varias horas, y se extendían hasta la avenida 9 de Julio.
En declaraciones a la prensa, Filmus destacó que "fue el primer presidente que dijo cuando llegó a la Casa de Gobierno que no iba a dejar sus principios afuera".
"Cristina necesita del reconocimiento y el apoyo de todos para poder llevar adelante el modelo y profundizarlo. El legado que deja Néstor, además, es un legado de integración regional", sostuvo Filmus.
Entre los referentes de agrupaciones sociales se encontraban Luís D`Elía (Federación de Tierra y Vivienda); Emilio Pérsico (Movimiento Evita); Edgardo Depetri (Frente Trasversal); el sacerdote Luís Farinello (Polo Social); el secretario nacional de Tierras, Rubén Pascolini y Liliana Galiano (Movimiento 26 de Julio).
También, estuvieron presentes Gastón Harispe (Movimiento Octubres); Arbit y Carlos Sánchez (Central de Movimientos Populares); Hernán Letcher (Movimiento Segundo Centenario) Lito Borello (Comedor Los Pibes de La Boca), entre otros.
Los restos del ex presidente serán velados este jueves a partir de las 10 en el Salón de los Patriotas Latinoamericanos de la Casa de Gobierno.
La policía y las fuerzas de seguridad han organizado un operativo que incluye el cierre de varias vías de acceso a la Casa de Gobierno, en el centro de Buenos Aires, para facilitar la concentración en la zona.
Fuentes oficiales adelantaron que no se admitirá el ingreso de banderas, cámaras, pancartas ni estandartes a la sala velatoria, mientras que las coronas y otros adornos fúnebres se recibirán en una dependencia gubernamental vecina a la sede del Ejecutivo.
El funeral de Estado concluirá el viernes, cuando los restos de Kirchner serán trasladados a Río Gallegos, capital de la provincia de Santa Cruz donde nació Kirchner, hace 60 años.
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