El Ministerio de Exteriores es un volcán desde que aterrizó en él Trinidad Jiménez, sustituyendo a Miguel Ángel Moratinos. Según informaba hoy ‘El País’, Jiménez ha decidido ya sustituir a Juan Pablo de Laiglesia, con quien nunca mantuvo unas relaciones excesivamente buenas siendo ella secretaria de Estado para Iberoamérica, por Juan Antonio Yánez como ‘número dos’ del Ministerio. Y eso que de Laiglesia, uno de los diplomáticos españoles más prometedores y brillantes, apenas llevaba dos meses en el cargo. Yánez es, igualmente, uno de los miembros más prestigiosos de ‘la carrera’: le queda poco más de un año para la jubilación y en la actualidad es embajador de España ante las Naciones Unidas, puesto que queda vacante. Una vacante que, por supuesto, ya suscita, en los pasillos de ‘la casa’, numerosas especulaciones sobre el destino futuro de Moratinos, a quien, como contábamos ayer en un confidencial, ya le están achacando diversos puestos en el futuro, entre ellos la embajada en la Santa Sede, que también se cree que estará pronto vacante, si su titular, Francisco Vázquez, logra ser nombrado defensor del pueblo en sustitución de Enrique Múgica.
Jiménez ya procedió hace una semana a la sustitución fulminante del director de Comunicación Exterior, el embajador Dámaso de Lario, para colocar en su lugar a la que siempre ha sido jefa de prensa de la ministra, la periodista María Jesús García.