Sebastián era un economista de perfil político gris y un auténtico desconocido para los madrileños, aceptándolo como el mal menor después de todo el ‘culebrón’ que vivieron con Bono y las calabazas de otros tantos dirigentes que se negaron a competir con Ruiz Gallardón, el ‘imbatible’. No así el PSM, en donde las voces críticas han sido numerosas desde el inicio, incluyendo la del propio Rafael Simancas, que tuvo que resignarse en silencio a la ‘jugada’.
Pero tras el estrepitoso fracaso de Sebastián, el que más y el que menos ha empezado ahora a desmarcarse del experimento e incluso miran con ‘compasión’ a Simancas, que será el que en defi nitiva puede pagar los platos rotos de la crisis. ¿O no?
Ayer, lunes, durante la reunión que mantuvo la dirección federal del PSOE hubo dirigentes que reconocieron que al líder regional madrileño le había perjudicado el ‘efecto Sebastián’; es decir, que su candidatura se ha visto ‘contaminada’ por los errores cometidos por el candidato municipal, como su empeño de sacar en el debate televisivo contra Gallardón a Montserrat Corulla, la testaferro de Roca implicada en el 'caso Malaya'.
Incluso José Blanco se atrevió a criticar hace unos días públicamente esta estrategia al reconocer que Sebastián se equivocó al sacar la foto de la abogada. Claro, que Blanco estaba irritado porque para entonces ya conocía los resultados de una encuesta interna encargada por su partido en la que de una distancia inicial en Madrid de apenas dos puntos con el PP, la distancia se incrementó a más del doble tras el debate.
Fuentes del PSOE aseguran que se ent eraron de la estrategia que iba a utilizar Sebastián contra Gallardón pocas horas antes del debate televisivo. Y aunque no les pareció correcta, oficialmente no tuvieron más remedio que salir en su defensa tras las críticas que recibió el candidato.
Muchos lamentan también ahora que se dejara a Sebastián tan ‘suelto’ con su propio equipo electoral ajeno a cualquier control del PSM y de la propia dirección de Ferraz.
Por libre
El caso es que el afán de Miguel Sebastián de ir por libre no cayó bien entre los veteranos socialistas madrileños. Desde que comenzó su aventura electoral, Sebastián no contó con los consejos de los dirigentes regionales más experimentados y se apoyó casi exclusivamente en su propio equipo.
Un dato que resulta sintomático es que su antecesora en el cargo, y antigua portavoz en el Ayuntamiento, Trinidad Jiménez, prácticamente no apareció por los mítines que ofreció durante la larga campaña Sebastián.
La secretaria de Estado para Iberoamérica por no estar, no estuvo ni en el mitin de cierre de campaña. 'Trini', eso sí, no faltó a la celebración de los tres años de Gobierno que el PSOE celebró en la plaza de toros de Vistalegre junto a Zapatero.
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