Los alcaldes, joder, ¡qué tropa!
martes 09 de noviembre de 2010, 22:37h
¿Recuerdan el día que el consejero de la Presidencia, José Antonio de Santiago-Juárez, se transmutó en psiquiatra y diagnosticó que el alcalde de Valladolid tiene tres tipos de días: “malos, muy malos y peores”? Pues bien, lo mismo podría haber dicho, si alguien se lo hubiese preguntado, de otro par de alcaldes de la Comunidad, el de León y el de Salamanca.
A los tres, por distintas y variadas razones, alguien debería decirles que la Biblia enseña que la lengua es la ruina del hombre. Francisco Javier León de la Riva, el alcalde de Valladolid, algo conoce de ello. El de León, el socialista Francisco Fernández, peca por charlatán y por otras faltas graves: aviva la llama de la discordia territorial (aeropuertos, palacios de congresos…) y del separatismo. Ningunea todo lo que huele a Junta o consejeros y desaparece en viajes privados en los momentos más inoportunos. La última chapuza de su Ayuntamiento fue presentar como gasto una factura de 6,42 euros por “consumiciones ofrecidas con motivo de la visita del ministro José Blanco” durante una visita a la ciudad.
Aunque para chapuzas, las de Julián Lanzarote, alcalde de Salamanca, al que el Tribunal Superior de Justicia ha ordenado readmitir a dos concejales del PSOE a los que había “echado” de la Sociedad de Turismo y Comunicación. Pero la cosa no acaba ahí, todo parece indicar que el Tribunal obligará al alcalde, que amaga con irse pero no se va, a readmitir a los socialistas que también expulsó (en un subidón, suponemos) de los órganos de decisión de OAGER, el Patronato de Vivienda y la Fundación Salamanca Ciudad de Cultura.
Recuerdan aquello de “tres alcaldes hay en Castilla y León que brillan más que el sol…” O no era así? Del de Ciudad Rodrigo y Segovia nos dedicaremos en otro momento.