El PP reconoce que si no pacta con el PSC es por un problema de aritmética

Durante su intervención en un almuerzo organizado por Barcelona Tribuna, Camacho ha reprochado al presidente de la Generalitat, José Montilla, que en esta legislatura haya promovido "la política más nacionalista" con medidas como la Ley del Cine, el Código de Consumo y la Ley de Educación.

Además, ha criticado que Montilla reproche al líder de CiU, Artur Mas, la presencia de 'esteladas' en sus mitines, cuando él encabezó una manifestación bajo el lema 'Som una nació. Nosaltres decidim' en la que también predominaban las banderas independentistas.

"Con un PSC que ha actuado de forma nacionalista no podríamos llegar a acuerdos", ha añadido la candidata del PP a la Presidencia de la Generalitat, aunque ha reconocido la dificultad de que ambos partidos obtuviesen unos resultados suficientes para realizar un pacto como el que alcanzaron en el País Vasco.

Camacho ha remarcado que la situación en Euskadi no es la misma que en Cataluña, y ha sostenido que el PSC se "parece muy poco" a los socialistas vascos, puesto que, según ha dicho, el Lehendakari, Patxi López, sí defiende una educación en la que los padres puedan escoger el modelo para educar a sus hijos en bilingüismo.

La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, ha sido la encargada de presentar a Alícia Sánchez Camacho ante los invitados, y ha abogado porque los populares sean decisivos tras las elecciones catalanas y "devuelvan la centralidad y la moderación a la vida política catalana".

Tensión en las preguntas

La presidenta del PP catalán ha tenido que afrontar una tensa ronda de preguntas, en la que algunos de los presentes han reprochado a Cospedal sus altos emolumentos, y han acusado a Camacho de "demagógica", entre críticas al polémico videojuego de las Nuevas Generaciones del partido en el que combatía contra independentistas e inmigrantes ilegales.

A las críticas al salario de algunos dirigentes políticos, Camacho ha replicado que el "gran problema del despilfarro no es la administración", aunque ha abogado por una gestión eficaz y eficiente, e incluso ha llegado a cuestionar la utilidad de que la Administración central mantenga todavía los servicios de Sanidad cuando sus competencias están transferidas a las Comunidades Autónomas.

Más agresiva se ha mostrado Camacho ante las críticas de demagogia y por el videojuego, del que ha vuelto a negar que tenga un contenido violento. "Yo no mato ni a los mosquitos", ha espetado la dirigente popular.

Camacho ha rechazado también emular al primer ministro británico, David Cameron, y llevar a cabo un plan de reducción del número de funcionarios, aunque ha reconocido que durante unos años no se podrán producir nuevos incrementos de la oferta pública.