Siempre defendí que “de caballos no saben más que las yeguas y no todas”. Una frase que quedó grabada en mi infancia y que cada vez tiene más sentido. La última jornada de otoño resultó fiel a esa máxima tanto dentro como fuera de la pista. Y es que con un hipódromo abarrotado (lo de las invitaciones el último día funciona) se vivieron siete carreras en la que el Gladiateur se resolvió con una ‘innecesaria’ lucha fratricida entre Carmanor y Entre Copas que benefició al primero y castigó, sin merecerlo, al segundo.
Cuando salieron las matrículas del Gladiateur extrañaba la presencia de Carmanor. No porque no pudiera ganarlo, sino porque su compañero de patio Entre Copas, tras haber ganado los dos últimos años, tenía más que asegurada la victoria. Pensé entonces que algo iría mal en el regular caballo de la cuadra África y que Carmanor, tras la paliza del Memorial, era como un seguro a la carrera.
No creí nunca que viviría el desenlace que hemos presenciado este domingo en la pista. Entre Copas, que podía haber igualado a Revirado, se aprovechó del paso que marcó primero Jimmy Falabella y después su compañero Carmanor para entrar en la recta en mano, sólo acompañado de Carmanor. Los dos ‘amigos’ se pegaron una recta extraordinaria para el público e innecesaria para los caballos y sus esfuerzos posteriores, en la que además ganó el que menos lustre iba a tener en su historial, Carmanor, dejando a Entre Copas compuesto y sin el record de Revirado.
No seré yo quién critique a Borja Fayos ni el esfuerzo de Carmanor, pero me pareció que alguien se ha buscado un problema sin necesitarlo y que Entre Copas se hubiera merecido vencer este Gladiateur, lo mismo que Carmanor hubiera agradecido quedarse en su box para futuras batallas el próximo año. No obstante, esta es la opinión de quién aquí escribe, que como aficionado disfruté con una recta apasionante que decidió el estado de la pista y el carril que, quizá confiado, eligió Ortiz de Urbina para atacar a un caballo como Carmanor que le opuso una resistencia que, quizá, no esperaba. Muy lejos de ellos Smartside se hacía andando con un tercer lugar que ni Rambouillet ni Jimmy Fallabela pelearon en una carrera en la que nada se les había perdido.
Quienes no se perdieron la primera carrera tuvieron la recompensa de una victoria muy meritoria de Rayen y, sobre todo, de Jeremy Crocquevielle. El francés, que llevaba dos semanas sin ganar y que aterrizaba en Madrid contando lo mal que le había ido con Karluv Most en su Francia natal el día anterior, hizo lo que debía desde el mismo golpe de cajones. Y ya se sabe que lo sencillo en ocasiones es lo más difícil. Galopó en la parte delantera y cuando Panacea, inquietada por Chiricahua (otra que hace labor de cuadra con diferentes colores que su compañera Verdana), desapareció de la escena atacó en el momento preciso para sobrepasar a Persian Lake, con la que Grosjean eligió los carriles interiores para ahorrarla metros, y cuyo estado de forma se hubiera merecido una victoria. Se quedó segunda y aguantó el remate sin fijeza de Cris Cros.
Ya en la segunda, antes de que la lluvia hiciera su aparición de manera permanente, me sorprendió lo fijo que se jugaban todos a Meneldor. Me extraño luego que en la pista un compañero de patio Cudon fuera el único que inquietara el triunfo de Nova Vixen. Hay demasiado aficionado que se ‘gana la vida’ pegando el oído en las cuadras y eso ya se sabe… Ni que decir tiene que lo mismo pasó en la tercera con Tanea y su falta de adaptación al terreno pesado. Santi Martín ganó fácil con la yegua de Juan Luis Maroto y dejó a Popurri, el gran favorito, con la miel en los labios. Lo mismo que a quién esto escribe el remate tardío de Jatibonico que me privó de un trío que me hubiera arreglado la mañana.
No le arregló a los responsables de la cuadra Cholaica el disgusto de Karluv Most, el triunfo de Duke en la Lototurf pero sí lo palió. Juan Luis Maroto hizo doblete merced a la excepcional monta (es el mejor) de José Luis Martínez que no perdió nunca la cara a la carrera y le birló el mano a mano a Borja Fayos con Argaly. Esa gemela sí cayó de mi parte, al igual que el trío. Algo es algo.
Si Martínez estuvo excepcional con Duke también repitió con Dixlesio, un caballo que apuntó en su día y que, como su patio, pareció recuperado de la depresión que había mostrado en las carreras en arena. Aquí Folgoso fue segundo y Flash Val, otro rumor, acabó tercero para completar un trío en el que no pudo entrar Alabama.
Por último, Sirenita confirmó su papel de fijo de la mañana para imponerse en la línea recta del premio Clausura por delante de Fairly Dancer (gran mañana de Juan Luis Maroto) y Alternative.
Si (
No(
