Josep Lluís Carod Rovira ha sido el gran ausente de la campaña electoral. En gran parte porque el candidato de Esquerra, Joan Puigcercós, se lo pidió expresamente: "me restas votos", pero también por propia voluntad, para verlas venir. Se supone que ahora disfruta desde fuera del batacazo de quien le defenestró de un modo no muy ortodoxo.
Carod, que se considera prejubilado antes de hora, seguro que no da su brazo a torcer. nadie se cree que se mantenga fuera de las trincheras políticas una vez ceda el testigo de vicepresidente del Govern de la Generalitat cuando entre Mas.
De momento, Carod no estuvo presente ni en la noche elctoral ni en la ejecutiva de Esquerra del lunes. Por eso dicen que ni está ni se le espera. Al tiempo.