Valcárcel carga sobre las espaldas de colectivos sociales y funcionarios el déficit público

La Comunidad Murciana no tiene la excusa para decir que ‘la culpa es de ZP’, pues el déficit creado en la Comunidad ha sido por la gestión del Gobierno Regional de sus propias competencias. Es decir, no se puede decir que yo tengo las competencias, pero cuando éstas son un desastre económico, echar la culpa al Gobierno Central, pues mientras que la inmensa mayoría de las comunidades autónomas están cumpliendo con los planes para que el Estado alcance el nivel de déficit marcado por la Unión Europea, Murcia sigue sin cumplir, es más, las agencias de valoración como Moody’s ha rebajado la calidad de la deuda a largo plazo porque estima que la Comunidad Autónoma, que preside Valcárcel, no está haciendo bien los deberes de forma eficaz para rebajar el déficit público, de ahí que la valoración de su deuda a largo plazo, haya sido rebajada en cuanto a la nota de la Agencia Moodys.

La cosa es que se han aprobado unos presupuestos regionales que va a durar bien poco, con los votos exclusivos del PP, porque dentro de unos días entrará en vigor una nueva Ley, que la han llamado de “Medidas extraordinarias para la sostenibilidad de las finanzas públicas”, que se traduce en la realidad, en primer lugar, en el incumplimiento de una promesa hecha a los murcianos, como la rebaja de impuestos, por la vía del tramo de IRPF cuya recaudación corresponde a la Comunidad. Por lo tanto, el PP rompe su promesa de bajada de impuestos, mientras sus líderes nacionales dicen lo contrario en Madrid al Gobierno Central, mensaje contradictorios que nadie explica de forma razonable. El PP pide al Estado una serie de cosas que luego no aplica en sus comunidades autónomas, como en el caso de Murcia.
Pero la Ley, con la que la consejera de Hacienda, Inmaculada García –ya saben, esa que en tiempos de vacas gordas viajaba en limusina por New York, cuya foto agradecemos a Vegamediapress-  con la citada Ley –decíamos-  se pretende un ahorro de 300 millones de euros, en realidad se dirige fundamentalmente contra los trabajadores públicos, a los que el Gobierno de Ramón Luis Valcárcel, va a eliminar derechos adquirirdos, va a rebajar aun más el sueldo, les hará trabajar más horas, entre otras medidas.

Ayer, el PP en la Asamblea y ante los medios de comunicación recurrieron a expresiones retóricas como “suspensión coyuntural de acuerdos”; así, logros históricos de los trabajadores, como las 35 horas de jornada, volverán a ser las 37’5 horas de trabajo, a los profesionales de la sanidad y la educación, profesores y médicos, se les retirarán de sus nóminas 175 euros, que se suman a la rebaja del 5 por ciento impuesto desde el Estado. Además se van a reducir en una cuarta parte (25 por ciento) las prestaciones que reciben los trabajadores por enfermedad común. Igualmente el Gobierno de Valcárcel congela –sine die- la homologación salarial del personal de la Administración en el Servicio Murciano de Salud.

A todo esto hay que unir lo que ya adelantó www.murciacritica.com la semana pasada, que no se va a convocar ninguna oferta de empleo público por parte de la Administración Regional y se van a amortizar 200 plazas que no estaban ocupadas, pero los sindicatos han denunciado que nadie les ha dicho qué plazas son y sospechan que esta medida va a afectar al personal laboral interino de la Comunidad.
Para guinda del pastel hemos conocido que, como consecuencia del incumplimiento en las medidas de ahorro del déficit público de la Comunidad, las transferencias de Justicia a la Comunidad están en el aire, a la espera de ver si la Comunidad es capaz de ajustar el referido déficit.

Un miembro de la ejecutiva Regional del PP –grabado por esta redacción pero que pide que no se diga su identidad- ha puesto de manifiesto que “En esta Región hemos vivido en la Administración Regional por encima de las posibilidades reales, no se ha gestionado con previsión, se han aprobado planes de inversión irreales y ahora estamos ‘jodiendo’ a proveedores, especialmente en el Servicio Murciano de Salud, pero también en otros departamentos. Más nos valdría limpiar, aun más, organismos, asesores facultativos, y puestos políticos que en realidad no sirven para nada”.

A esta situación hay que añadir que los presupuestos contemplan la reducción del gasto a colectivos sociales de interés público cuyos representantes ya han manifestado su hastío al mantra citado al principio de la información “la culpa es de ZP”, pues el déficit creado ha sido en competencias cuya administración se corresponde a la Comunidad Autónoma.

Que el modelo de gestión de Valcárcel haría aguas fue anunciado en reiteradas ocasiones por Begoña García Retegui (PSOE) y por José Antonio Pujante (IU) en los últimos años, así como por medios de comunicación y periodistas independientes, a los que en el PP se les descalificaba como antimurcianos.

Lo cierto es que la época de vacas gordas no sirvieron para generar un remanente de tesorería positivo, ni siquiera en el Ayuntamiento de Murcia, lo que pone de manifiesto que el PP ha gestionado gastando más de lo que podía gastar, pues cuando explotó la burbuja inmobiliaria, tal como se advertía por el Movimiento Ciudadano, otros colectivos sociales y la oposición política, la Región y su administración autonómica entró en una cuesta abajo y sin frenos.

Valcárcel reclamaba para sí los éxitos temporales, el pan para hoy, pero cuando ha llegado el hambre del mañana, el que vivimos en la actualidad, ya no quiere asumir ninguna responsabilidad.

Parejo a la burbuja inmobiliaria fue apareciendo el fenómeno de la corrupción en la que más de la mitad de los Ayuntamientos murcianos han aparecido hechos en los que de forma mayoritaria están imputados cargos públicos del PP, que ha entrado en una espiral de descomposición en el Gobierno Regional como cuando un boxeador resulta noqueado. Los datos ponen de manifiesto que somos la Región que con la crisis ha dejado al descubierto la realidad real, lideramos el crecimiento del paro, somos una de las dos comunidades que no corrigen su déficit público, lideramos el fracaso escolar y el abandono de los estudios, casi una cuarta parte de la población se haya en umbrales de pobreza. Una de las regiones donde no se ha invertido en acciones productivas; de todas esas cifras nos salva la agricultura y ya veremos por cuanto tiempo, pues desde el Gobierno Regional apenas se ha hecho nada eficaz para corregir la diferencia vergonzosa entre lo que el agricultor de la Región cobra en el bancal y los precios que por esos productos pagan finalmente los consumidores.

El panorama para los próximos meses va a ser muy duro para miles de trabajadores de la Comunidad y sus fundaciones, organismos autónomos, y proveedores. Tomen nota.

Coda confidencial: Ayer en una comida del Sindicato Médico y cuando estos profesionales han recibido uno de los palos de la Comunidad, se presentaron a los postres la consejera de Sanidad y la de Hacienda, ¿haciendo buenas migas?, pues no parece que el tiempo esté para ello, salvo que el Sindicato Médico esté decauerdo con las medidas.