Al participar en la mesa redonda "La realidad de las comunidades virtuales", de la Universidad Iberoamericana, opinó que sólo sobrevivirán en la red las sociedades que sean capaces de satisfacer los requerimientos de sus miembros.
Afirmó que el antecedente de esas comunidades se encuentra en las listas de correo electrónico, donde se podía hallar diversos grupos de personas con algún interés en común, deseosos de compartir y recibir información específica.
El especialista refirió que a principios de la década de los 90 se calculaba que 25 por ciento de las personas que participaban en las listas de correo eran lectores silenciosos, mientras que un porcentaje igual se dedicaba a escribir los mensajes y el resto asumía el papel de lectores pasivos.
Dicha situación no ha cambiado mucho, ya que esas actitudes permanecen en las sociedades reales, donde la pasividad es moneda corriente, expuso.
"El mundo virtual recrea al real; los seres humanos tenemos patrones de comportamiento que reproducimos en el mundo virtual", comentó el experto.
A su parecer, las comunidades reales y las virtuales se definen por su unidad de propósitos. Son grupos de personas con un fin en común, ya sea el intercambio de mensajes o la búsqueda de metas.
De igual forma, tal como en la vida real, existen comunidades virtuales que solicitan requisitos de admisión para proteger sus intereses, de forma que manejan distintos niveles de participación, indicó.
Aún teniendo un crecimiento exponencial, las comunidades virtuales no son infalibles, pues se rigen de manera similar a las organizaciones reales, dijo.
"Si creas una comunidad y no hay un líder natural, el interés por ella caerá poco a poco, y si no se hace algo al respecto, la comunidad puede desaparecer", indicó.
En todo caso, precisó, una de las grandes ventajas que las comunidades virtuales tienen es la oportunidad de mantener un récord de todas las comunicaciones efectuadas con anterioridad, registro informático que dota de poder a dichas asociaciones.
Un ejemplo del fenómeno del éxito de las comunidades virtuales es el sitio de Internet YouTube, que se encuentra abierto a todo mundo, y presenta la posibilidad de compartir videos sin importar los límites territoriales, puntualizó el especialista.