Por José Ortega: LA RESPUESTA ESTAMENTAL DE LOS MÉDICOS ANTE EL RECORTE SALARIAL

El recorte salarial practicado por el ejecutivo murciano, producto de su imprevisión presupuestaria, que ha puesto en la calle a miles de empleados públicos de la Comunidad Autónoma clamando contra la injusticia generada por una medida autoritaria en su formulación, y torpe por la obligación de corregir un equivocado rumbo de errática y descuidada gestión.

Es cierto lo que dice Valcárcel que su gobierno mejoró las retribuciones de sus empleados, años pasados en época de bonanza, pero no es menos cierto que dichas mejoras se realizaron sin mayores prospecciones y cálculos que determinaran la sostenibilidad de las mismas, porque realmente hasta hace poco han fiado en sus recursos de endeudamiento, y realmente han demostrado ser poco cuidadosos con el control del gasto público. De ahí que el tijeretazo no venga impuesto por Zp, sino por las necesarias medidas de corrección y contención de un gasto insostenible.

Pero en toda esta movida sindical de pasadas fechas, en la que todos los sindicatos secundaron las medidas de movilización, se hizo notar un gran ausente, tal fue el caso del SINDICATO MÉDICO, organización profesional médica estamental para la pretendida mejora de las condiciones laborales de su colectivo médico. En honor a la verdad, hay que reconocer que esta organización ha ido siempre a su aire, coyunturalmente coaligada con el sindicato de enfermería (SATSE), recientemente rota. Planteándose la figura del médico, poco menos que el "rey de la creación", nada parangonable con otros funcionarios profesionales del grupo A en la Administración.

Quizá habría que recordar las últimas grandes huelgas médicas del año 1995 en que este colectivo estamental presionó con fuerza en los hospitales públicos, justo en la última etapa de gobierno de Felipe González, con las naturales consecuencias negativas para los usuarios de la sanidad pública. Algo que probablemente catapultó a no pocos sindicalistas médicos de la época a puestos directivos de la sanidad pública cuando gobernó el PP, que incluso se ha mantenido con el curso del tiempo y las transferencias en el ámbito del gobierno popular murciano, en el que el Servicio Murciano de Salud otorgó con generosidad la carrera profesional a la clase médica, que luego ha tenido que suspender por falta de liquidez.

También hay que apuntar las habituales buenas relaciones entre la cúpula del sindicato médico y el ejecutivo regional, estando detrás de no pocos nombramientos de directivos médicos del Servicio Murciano de Salud, habiendo llegado a tomar el Colegio de Médicos de Murcia, por parte de la cúpula del sindicato médico, generando un importante lobby dentro de la Región de Murcia.

Así las cosas, la posición del Sindicato Médico es la de no implicarse en acciones de protesta con los demás sindicatos, y actuar por iniciativa propia en el ámbito de su propia actuación profesional de sus afiliados y seguidores, dándole a entender al ejecutivo murciano su enfado por estas drásticas medidas de recorte salarial, pero sobre todo por no haber contado con ellos, postulándose para un encuentro so pretexto de diálogo mutuo, que en "un aparte" facilite concesiones mutuas que aparentan ser fructíferas para ambas partes. Puesto que tal hecho rompería la unidad sindical, y podría arrastrar a algún otro sindicato próximo a las tesis del PP, sembrando la confusión en la opinión pública, y dividiendo a los empleados públicos en la manifestación de su queja y reivindicación de sus derechos.

Pero esto es lo propio de colectivos estamentales, que sólo luchan por su estamento, lo demás ni se lo plantean, llegando a asumir posiciones insolidarias.

JOSÉ ORTEGA