... Y compañeros de partido

Por fin el PP parece que ya ha puesto nombre a las candidaturas a ocupar el sillón de las alcaldías de las capitales castellanas y leonesas. Y viendo los nombres y las personas nos ha venido a la mente una frase atribuida al canciller alemán Konrad Adenauer (por unos) y al político italiano Giulio Andreoti (por otros) que dice: “En la vida hay amigos, conocidos, adversarios, enemigos… y compañeros de partido”.

Sin duda el uno o el otro se referían a las puñaladas, mucho más mortales que las de los enemigos, que te dan, o lo intentan, los propios compañeros de partido. De cualquier organización política, aunque hoy nos refiramos solamente al PP.

Lo hemos visto allende nuestra fronteras en el caso de Francisco Alvarez Cascos y más cercano a nosotros, por ejemplo, en León. En esta provincia de todos es conocida la mala sintonía entre la presidenta Isabel Carrasco y la mayoría del resto de militantes, incluido el consejero de Fomento, Antonio Silván, que sonaba -y de qué manera- como candidato al Ayuntamiento de la capital.

Allí, en León, como en Palencia o como en Soria, las siniestras maquinarias del partido han premiado a los burócratas en detrimento del talento y el buen hacer -al decir de los propios compañeros de partido-. Se diga y se repita que se han elegido a los mejores.

En este doloroso parto de las candidaturas populares han aflorado también las peleas internas y las disintonías de muchos compañeros de partido. En Segovia, Beatriz Escudero contra casi todos; en Soria, la ya candidata María del Mar Angulo y el presidente de la Diputación, Antonio Pardo, contra la vicepresidenta María Jesús Ruiz y sus afines; en Palencia, los miembros del “aparato” popular contra el presidente de la Diputación, Enrique Martín; en Valladolid…

Bueno,  Valladolid daría para hacer un monográfico porque imagínense el “batiburrillo” que se habrá formado entre Javier León de la Riva, Alfonso Fernández Mañueco, Tomás Villanueva, José Antonio de Santiago-Juárez, Ramiro Ruiz Medrano…