El Gobierno está dispuesto a retrasar el cierre de la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos), como parte de un acuerdo global sobre las reformas económicas con patronal y sindicatos, a pesar de que el cierre de la central está ya fijado para 2013, según han informado fuentes gubernamentales.
Esta es una petición que plantearon el martes los sindicatos en la mesa de negociación con el Ejecutivo, con el fin de mantener los empleos que genera la central --unos 600 directos y otros 400 indirectos--. De hecho, las fuentes han subrayado que si el cierre se retrasa será para preservar los puestos de trabajo, no porque esté reconsiderando su rechazo a la energía nuclear.
Las mismas fuentes se han mostrado esperanzadas en que pronto pueda alcanzarse un principio de acuerdo entre patronal, sindicatos y Gobierno, un principio de acuerdo que abarcaría la reforma laboral y la del sistema de pensiones, junto a la política energética, informa ep.
Si fuera así, las fuentes han confiado en que el buen clima que se derivaría de las negociaciones permitiese a patronal y sindicatos proseguir bilateralmente sus conversaciones para acordar una reforma de la negociación colectiva.
No obstante, entre los puntos más conflictivos sigue estando la intención del Gobierno de retrasar la edad de jubilación a los 67 años, y en concreto las posibilidades de jubilarse a los 65 años con la pensión completa si se ha cotizado al menos 41 años.
Junto a la negociación en la mesa de diálogo social, el Gobierno ha iniciado contactos informales con los grupos parlamentarios, pero la negociación formal no empezará hasta después del 28 de enero, fecha en la que el Consejo de Ministros aprobará su propuesta de reforma de las pensiones haya o no acuerdo con los agentes sociales.
Ley de Economía Sostenible
La Ley de Economía Sostenible que actualmente se tramita en el Senado tras aprobarse en el Congreso a finales de diciembre mantiene el plazo de 40 años para el que fueron diseñadas las centrales nucleares, un punto que sirvió para justificar el cierre de la planta de santa María de Garoña (Burgos) que ahora el Gobierno podría replantearse en el seno de las negociaciones con los agentes sociales y las fuerzas políticas para un gran pacto social.
En su artículo 79.3 del texto remitido al Senado por el Congreso, la Ley de Economía Sostenible prevé que, a los tres meses de su entrada en vigor, el Gobierno habrá de aprobar un plan energético con vistas a 2020 en el que, entre otras cosas, se mantenga "el calendario de operación de las centrales del parque nuclear existente, considerando el plazo de cuarenta años para el que fueron diseñadas y teniendo en cuenta el desarrollo de nuevas tecnologías, la seguridad del suministro eléctrico, los costes de generación eléctrica y las emisiones de gases de efecto invernadero".
Ese plazo de 40 años fue el que alegó el Gobierno para decidir el cierre de Garoña en julio de 2009. El propio presidente del Gobierno lo explicaba así un mes antes de adoptarse la decisión: "Cuando llegamos a una central nuclear con cuatro décadas de vida, la norma ha sido que deje de funcionar, no digo que tenga que ser automáticamente; la excepción, la prórroga. Tenemos que tener todos esos elementos en cuenta para tomar la decisión"
Las centrales imprescindibles y por tiempo razonable
Es más, Zapatero recordaba entonces que, en cuanto a centrales nucleares, debe haber "las imprescindibles, por el tiempo razonable y con la máxima garantía de seguridad", y que "en el mundo sólo hay una central con más de 40 años", en Reino Unido, cuyo cierre ya entonces estaba previsto para dos años.
Según explicaba entonces, la decisión de prorrogar o no la vida de una planta nuclear corresponde al Gobierno, no a los técnicos, y la responsabilidad es "mayor" cuando se trata de una central de 40 años.
"No se trata de decidir si se prorroga o no cualquier otra actividad económica --subrayaba--. Es una central nuclear que, además, produce residuos y que, si la prorrogamos seguirá produciendo residuos y tenemos un problema, nosotros y la humanidad todo el mundo, con los residuos nucleares, muy serio".