Directivos de medios de comunicación, entre ellos El Nacional y El Universal confesaron el pasado año al embajador de Estados Unidos en Caracas que las pérdidas causadas por la masiva retirada de la publicidad de empresas públicas o nacionalizadas llevarían a algunos medios al borde de la quiebra.
En ese informe, el cable de Wikileaks habla también de una reunión que mantuvo el embajador Duddy con representantes del Grupo Cisneros sobre el status de la libertad de expresión, quienes dijeron que debido a la atmósfera altamente polarizada que existe en el país, Venevisión se esfuerza en una cobertura de las noticias objetiva y neutral. El representante de Cisneros puntualizó que la cobertura de Venevisión es balanceada, con el objetivo final de conseguir un equilibrio 50-50.
Por otro lado, el informe dice que pese a denunciar los reiterados atentados contra la libertad de expresión en Venezuela, la embajada también critica algunas de las actuaciones de Globovisión, concretamente la emisión del espacio “Buenas noches” de septiembre de 2009, cuando emiten mensajes de televidentes con textos como: "para derrocar al tirano" y ante la "inminencia" de un golpe "que tendrá lugar mañana por la mañana".
La legación diplomática comunicó al Departamento de Estado que "Globovisión está jugando con fuego con este tipo de mensajes, que socavan su credibilidad y le dan a Chávez una excusa para cerrarla".
El periódico español señaló que "durante el punto álgido de la confrontación con el gobierno, ejecutivos de Globovisión admitieron ante diplomáticos estadounidenses que las amenazas oficiales obligaron al despido del director de la cadena, Alberto Ravell, que públicamente se presentó como renuncia del afectado, y a bajar el tono de los espacios antigubernamentales".
Los cables señalaron que uno de los propietarios de Globovisión , Nelson Mezerhane, fue advertido de que aceptaba las condiciones por el gobierno o se procedería a una retirada de fondos públicos de su banco, según los despachos de la embajada. Agrega además que "la presión sobre Guillermo Zuloaga, se tradujo en el allanamiento judicial de su residencia el 21 de mayo de 2009, y la confiscación de 24 vehículos y trofeos de caza. Acusado de “usura genérica”, Zuloaga argumentó que los vehículos pertenecían a su concesionario y los tenía en casa por razones de seguridad. Los trofeos, agregó, fueron adquiridos en el extranjero.
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