Las elecciones de Guerrero; mal Castillo Cervantes

Este domingo se vivirá en Guerrero una elección para gobernador sin precedentes. Los dos contendientes, que van en una muy cerrada contienda son primos. Durante años compartieron no sólo una excelente relación política, sino familiar. En la década de los 90s cuando el ahora nominado por el Partido de la Revolución Democrática, Angel Heladio Aguirre Rivero era gobernador interino de esa entidad, Manuel Añorve despachaba en la oficina principal de la presidencia municipal del Puerto de Acapulco, a donde regresaría, para salir en este 2011, a culminar una campaña política abanderando al PRI y  con grandes posibilidades de ganar la contienda, al igual que Aguirre.

“Nuestros enemigos en Guerrero, son la pobreza, el retraso ancestral en el que vive el pueblo”, ha dicho Añorve, con lo cual ha puesto en claro que la política la observa desde una perspectiva donde los adversarios políticos son eso, adversarios políticos, aun cuando se trate de familiares, tal es el caso de Ángel Aguirre Rivero, quien dejó la senaduría del PRI, para convertirse en candidato del PRD, y así aspirar a suplir al gobernador de ese mismo Partido del Sol Azteca, Zeferino Torreblanca, al que no sólo los perredistas, sino diversos sectores de esa entidad, lo consideran poco apto, por decir lo menos, para el manejo adecuado del gobierno y la política,  en una entidad, tan agreste y de tantos contrastes, cual es Guerrero.

El martes anterior, Ángel Aguirre recibió la declinación a favor de su candidatura perredista, del panista Marcos Parra Gómez. Y tuvo la humorada Aguirre Rivero, de cerrar su campaña, en las instalaciones del PAN estatal de Guerrero, él ex priísta y ahora perredista de nuevo cuño.

Sea como sea, las estimaciones del perredismo y del panismo salieron mal: con o sin conflicto post electoral, en Guerrero gobernará un priísta, llámense Manuel Añorve o Angel Aguirre. Y el 6 de febrero en Baja California Sur, un perredista con camiseta azul, es el favorito, este es otro Marcos, no tal lo fue el declinante panista en Guerrero. Las elecciones de este domingo en Guerrero, serán de trámite, para que gane un priísta.

Al que  ahora parece dársele bien eso de las cortinas de humo y las filtraciones informativas es al Procurador Alfredo Castillo Cervantes, quien a menudo se olvida que la parte medular de su trabajo es la de procurar justicia y no la de convocar de manera recurrente a los medios para presentar a presuntos delincuentes en conferencias de prensa, con las que pretende justificar su trabajo.

Por lo pronto, tendrá que enfrentar el litigio que le endereza, también en los medios de comunicación, el doctor en derecho Ildefonso Araiza Araiza y sus asociados expertos en blindaje jurídico, quienes en conjunto acusan al Procurador Castillo del descrédito moral que hizo al presentar a su cliente como cómplices de los sujetos que ultimaron a ocho personas a principios de año en el municipio de Nezahualcóyotl.

Ildefonso Araiza refiere que su representado, el joven al que presentan como “El Canas” es un honesto ciudadano que el 16 de enero, día en que ocurrieron los hechos, se encontraba en una reunión social de la que pueden testificar más de 30 personas. El abogado defensor crítica el trabajo de investigación que se reduce a 20 cateos en diferentes domicilios del municipio, el cual sacaron a su cliente.

Grave acusación surge de esta conferencia de prensa en la que se presentó a David Valencia Ortiz, alias “El Davis” y Damián Ramírez Encina alias “El Rastas” o “El Kalimba” y en la que se difundió la fotografía de un inocente como si se tratara de “El Canas”, por lo que este despacho especializado en blindaje jurídico emplaza a la autoridad ministerial a revelar el nombre e imagen del verdadero criminal, toda vez que “ha actuado de manera tendenciosa acusando y exhibiendo a un inocente”.
 
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