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Sesión de control al Gobierno muy encendida

Rubalcaba echa en cara al PP que con lo que 'robó' en Gürtel no se puede pagar ahora a los parados

Rubalcaba echa en cara al PP que con lo que "robó" en Gürtel no se puede pagar ahora a los parados

Zapatero, a Rajoy: "Se puede cambiar de criterio; lo insólito es no tenerlo"

miércoles 16 de febrero de 2011, 11:55h
Muchos parados no pueden cobrar subsidio de desempleo “por lo que usted... su partido, han robado”. Eso le ha dicho, más encendido que nunca, Pérez Rubalcaba a la portavoz popular Soraya Sáenz de Santamaría en una sesión de control al Gobierno en la que han salido chispas. Ni Soraya ni su jefe de filas, Rajoy, perdieron los nervios, pero sí se los hicieron perder, respectivamente, a Rubalcaba y Zapatero: la economía, los cambios de criterio en algunas líneas de gobierno, el paro, el 'caso Faisán' y la corrupción en los ERE en Andalucía han sido los temas claves que han sacado de sus casillas a Rubalcaba. El vicepresidente ha perdido cualquier tipo de cortesía parlamentaria.

    A Rubalcaba le ven en el PP completamente agotado, física y anímicamente. Sin argumentos, utilizando adjetivos calificativos fuera de control -como llamar ‘ladrona’ a Sáenz de Santamaría para no responder sobre la corrupción de la Junta de Andalucía con los expedientes fraudulentos de regulación de empleo-. Es más, según fuentes de la dirección popular, Rubalcaba parece enfermo, o con mala salud, agobiado por el peso de los problemas de gobierno. De momento, el vicepresidente primero ya anunciado que no asistirá a la próxima sesión de control en el Congreso, aunque no ha explicado las razones. Pero hay quien piensa que Rubalcaba ya no puede más y por eso sale por peteneras.

         La sesión de control al Gobierno de este miércoles ha resultado, sencillamente, vergonzante. Nadie responde a las preguntas, sólo se utilizan calificativos arrojadizos como lanzas para intentar descalificar al contrario. El mismo Zapatero perdió primero los estribos frente a Mariano Rajoy, que le puso blanco sobre negro todas y cada de sus contradicciones como gobernante. “Antes le pedía un plan, pero ahora le digo que usted no tiene arreglo posible”, le dijo finalmente.

         Zapatero, fue capaz de responder a ninguna de las cuestiones planteadas –sus cambios de criterio en reforma laboral, cajas de ahorro, energía y nucleares- y se fue por la línea del chiste fácil: “Lo que usted [Rajoy] tiene es pocas luces; entiende muy pocas cosas”, para alegar que “se puede cambiar de criterio [como él, Zapatero, ha hecho], pero no se tenga criterio [como él, Rajoy, hace, según el presidente]”. El ataque, en fin, pro defensa: “La economía no permanece quieta, a diferencia de algún líder político que sólo sabe estar quieto y no hace nada”.

 
¿’Marny’, la ladrona?

         La ira de Zapatero era sólo el anticipo de la cólera de Pérez Rubalcaba, un vicepresidente primero que sólo supo responder a Soraya Sáenz de Santamaría, primero, y a Ignacio Gil-Lázaro, después, con insultos y descalificaciones, olvidando la mínima cortesía parlamentaria. Sáenz de Santamaría le saca cada vez más de sus casillas; tanto, que el vicepresidente acaba de anunciar al Grupo Popular que no le esperen en la sesión de control del próximo miércoles, porque se ausentará, seguramente por motivos más que justificados. También faltarán a la sesión el ministro de Fomento y la de Medio Ambiente, Rural y Marino.

         Sáenz de Santamaría atacó a Rubalcaba por el ‘hundimiento de los autónomos’ merced a la política global del Gobierno: “De su Gobierno, los autónomos no esperan nada (...) Y en Andalucía si eres socialista, cobras la jubilación aunque nunca hayas trabajado”, le dijo abiertamente.

         El sacarle en el Parlamento la corrupción con los ERE en Andalucía -se calcula un ‘robo’ de 700 millones de euros- encolerizó a Rubalcaba que, lejos de responder a las preguntas que le había formulado la portavoz popular, replicó llamándola ruin y sacándole el caso Gürtel’, pero personalizando el latrocinio en la propia Soraya y en los dirigentes de su partido. Rubalcaba dijo, textualmente: "Coger los cientos de millones de la trama Gürtel, dividir por el salario mínimo de un español y saber el  número de desempleados que podríamos haber contratado en España si usted o, perdón, la gente de su partido no hubiera, presuntamente, robado".

         Tras la sesión de control, los dirigentes populares no mostraron ni siquiera indignación, sólo un análisis sobre el físico y la psique de Rubalcaba. Un análisis en el que compadecen al vicepresidente, inmerso en tal tensión que -dicen- le está afectando incluso a la salud.

 

 

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