Rajoy da cuerda a su reloj

Hace unos días Diariocrítico de la Comunitat Valenciana (DCCV) interpretaba, en un artículo titulado "El reloj de Rajoy", que el presidente del PP no necesitaba presiones para proclamar a Francisco Camps. Más que una información era un análisis sobre las manifestaciones públicas del dirigente gallego, independientemente de las dudas que pudieran existir en Génova, sede nacional nacional del partido de la gaviota.

Este jueves el comité electoral nacional confirmaba el cartel electoral del barón valenciano, pese a que el caso de los trajes sigue pendiente de su desenlace judicial. Por la tarde, Rajoy en una conversación informal con periodistas, tal y como reflejaron las agencias, vino a decir que hace medio año ya decía que Camps sería candidato y nadie le creyó.

Con la proclamación se acaba uno de los culebrones que han marcado la agenda política valenciana y nacional en los últimos meses. En el PPCV no existían dudas sobre la candidatura. Y para despejar las que pudieran planear sobre Madrid, los barones provinciales afines a Camps -Alfonso Rus y Carlos Fabra- se prodigaron ante los medios lanzando advertencias más o menos directas.

A partir de ahora empieza otra culebrón. ¿Qué apuestan a que en los próximas semanas va a existir un debate -principalmente mediático- sobre las apariciones de los dirigentes de la dirección nacional en la Comunitat?. Seguramente habrá una avalancha de interpretaciones sobre el grado de compromiso de Rajoy con Camps y se mirará con lupa si Cospedal desembarca en la Comunitat tras estar años desaparecida.

Lo cierto es que el presidente nacional ha venido a avalar, con la ratificación de la candidatura de Camps, su teoría de que un "presidente no se vende por tres trajes". ¿Cómo iba Rajoy a dejar caer al jefe del Consell si ha defendido la presunción de inocencia durante dos años y todavía no se ha abierto ni juicio? Otra cosa es que le incomode la posibilidad de que su principal y primer apoyo en el congreso de Valencia pueda sentarse en el banquillo. Pero habrá que esperar al juez Flors. Ese será el enésimo capítulo del culebrón Gürtel en el que los socialistas, con su portavoz parlamentario, Ángel Luna, a la cabeza, continúan siendo protagonistas. Para bien o para mal. El juicio político llegará en mayo. El judicial va un poco más lento.