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Grandes rutas y paisajes

Por los 'infinitos caminos' de Cantabria (III)

viernes 25 de febrero de 2011, 18:13h

Cantabria se quiere mostrar en este 2011 a través de sus ‘Infinitos Caminos’, sendas que recorren el paisaje y el paisanaje de la región por vías reales y por otras que surgen de la tradición, la historia, la pluma de escritores o los aromas que desprenden las cocinas de Cantabria. Siguiendo los ‘Infinitos Caminos’ encontraremos cada rincón de esta tierra en su sitio geográfico y en su lugar en la historia, el paisaje, o la singularidad de sus gentes.

En total son 25 ‘Infinitos Caminos’ que iremos recorriendo a lo largo de 2011 para situar Cantabria en todos sus contextos y en todas sus infinitas vertientes.

Caminos culturales. Camino de las ermitas rupestres

Durante la Alta Edad Media, España estaba dominada por el Imperio musulmán. La Cornisa Cantábrica durante siglos había servido de abrigo y escudo defensivo a los cristianos, una de las zonas donde se asentaron fue la comarca de los Valles del Sur. Los profundos valles de estas tierras poblados por tupidas arboledas ofrecían a los cristianos un lugar en el que construir su hogar y, precisamente, así lo hicieron entre los siglos VIII y X en los que repoblaron estas tierras y, como muestra de su fe, levantaron iglesias y ermitas que aún se conservan. Sólo en esta zona, la más meridional de Cantabria, se han contabilizado más de medio centenar de iglesias y ermitas rupestres.

Además de la historia que albergan los muros de las iglesias y ermitas rupestres de Cantabria, destaca de este tipo de construcciones cómo han interactuado a lo largo de los años con el paisaje. Como medida de protección, estos edificios religiosos se construyeron de tal manera que no llamaran la atención de enemigo para que éste no las descubriera ni destruyese. Con este motivo, muchas de estas iglesias y ermitas, a día de hoy, forman parte del propio paisaje y se encuentran integradas como un elemento natural más. Entre las iglesias y ermitas más destacadas, las enclavadas principalmente en el municipio de Valderredible, aunque también en Montesclaros y Arredondo se encuentran hermosas manifestaciones de iglesias y ermitas rupestres.

Santa Maria de Valverde

Declarada como Bien de Interés Cultural en 1985, la iglesia de Santa María de Valverde en Valderredible es uno de los ejemplos más claros de esta integración de las construcciones en el paisaje. Este templo está excavado en una peña arenisca sobre la que se levanta una espadaña que está catalogada como pieza románica. Aunque, actualmente, esta iglesia es un solo templo, los estudiosos apuntan a que su primigenia configuración era la de dos iglesias pareadas, un caso insólito en este tipo de construcciones.

Santa María de Valverde es, también, un buen ejemplo del culto mozárabe. Así lo reflejan recursos arquitectónicos como el pequeño arco triunfal con forma de herradura de su interior en el que se hallan las muescas de los soportes en los que se colgaban las cortinas. Este tipo de formas buscan penumbra y una cierta aura de misterio.

Por otra parte, en esta iglesia llama la atención su cabecera que está formada por tres cámaras. En la estancia central se encuentra una cruz griega bajo un arco peraltado, labrada en el testero.

CENTRO DE INTERPRETACIÓN DEL RUPESTRE

Junto a la iglesia rupestre de Santa María de Valverde, en Valderredible, se encuentra el Centro de Interpretación del Rupestre, un museo dedicado a esta singular arquitectura.Este museo ofrece al visitante un recorrido divulgativo de la arquitectura rupestre a través de un discurso museográfico que aborda el proceso de cristianización de Cantabria, el fenómeno del eremitismo y las prácticas monásticas de la época, las necrópolis y las costumbres funerarias de esos siglos.

La apuesta tecnológica, que facilita la comprensión del discurso expositivo mediante visuales, táctiles y sonido, es otra de las características más destacadas del Centro de Interpretación del Rupestre. Continente y contenido se refuerzan y dialogan en este Centro de Interpretación que combina los discursos convencionales de paneles provistos de texto y gráfica con reproducciones de tumbas medievales y piezas arqueológicas y artísticas, proyecciones audiovisuales y áreas interactivas.

San Andrés de Valdelomar

Cerca de Santa María de Valverde se encuentra la localidad de San Andrés de Valdelomar y su templo rupestre. Esta vez no encontramos una construcción excavada en roca, hayamos una iglesia que se instaló en una gran cueva. En su interior se aprecia una nave, prácticamente triangular, que daba cobijo a los fieles. Se trata de una angosta sala en la que se observan vestigios de las tallas que se realizaron para acondicionar el interior.

Campo de Ebro

Volvemos sobre nuestros pasos para visitar otra de las hermosas ermitas rupestres de la zona. Se trata de la enclavada en Campo de Ebro. Se cree que este pequeño templo estaba dedicado a rendir culto a San Miguel. A lo largo de su historia, además de al culto religioso, esta pequeña estancia fue utilizada como escuela del pueblo.

La ermita de Campo de Ebro se encuentra más desprotegida del paisaje. No es como las anteriores que han sido excavadas en roca o se han aprovechado oquedades. De hecho, desde el exterior vemos un pequeño edificio que alberga este templo de una sola nave y de forma rectangular. Sin embargo, sí se observan en la ermita rupestre de Campo de Ebro otras interacciones con el paisaje como es el propio suelo de la iglesia cuyo pavimento es rocoso.

El interior de la iglesia se estructura actualmente en una sola nave pero, como muestran los restos y marcas hallados en el techo, hay evidencias de que originariamente este templo estaba sustentado por un pilar e, incluso, podía estar dividido en dos. Asimismo, esta ermita cuenta con un ábside y un arco triunfal de medio punto irregular.

Arroyuelos

La iglesia rupestre de Arroyuelos es una de las que más sobresale sobre el paisaje aunque sí que se encuentra también excavada sobre la pared de una roca. Según el historiador González Echegaray, este templo rendía culto a los Santos Acislo y Victoria.

El tamaño de esta iglesia es de gran envergadura ya que cuenta con dos plantas. La parte inferior está sustentada mediante un arco de herradura, recurso arquitectónico muy propio del mozárabe. En el otro extremo se cierra la nave con un contraábside remata en media circunferencia irregular.

A la segunda planta se accede subiendo una escalinata que se encuentra la nave principal del templo. Este piso actúa en la iglesia a modo de tribuna y se comunica con el inferior a través de dos arcos de medio punto.

Cadalso

Esta pequeña ermita rinde culto Virgen del Carmen. Es una de las iglesias más modestas de su categoría. Cuenta con una sola nave de planta rectangular cuya altura es de unos 2,5 metros y como remate una bóveda de cañón.

Esta iglesia, durante su historia, ha sufrido muchos cambios como, por ejemplo, las dos ventanas que se observan en su fachada más meridional. Ambas se atribuyen a la época prerrománica ya que los templos rupestres fueron concebidos para estar sumidos en una absoluta penumbra.

Iglesias rupestres en otros lugares de Cantabria

Además de las hermosas iglesias rupestres que se pueden encontrar en Valderredible, en Cantabria se han encontrado más templos de esta categoría como el de Montesclaros y el de Arredondo.

La ermita de Montesclaros, al sur del pantano del Ebro, guarda entre sus muros una bella historia que se remonta a los orígenes del Monasterio de Nuestra Señora de Montesclaros. En la localidad, pervive la leyenda de que la imagen de la Virgen apareció tallada en una oquedad. Esta hermosa figura fue descubierta por un toro que pastaba en los alrededores. El pastor extrañado de que el animal todos los días siguiese la misma senda, le siguió y descubrió con asombro la cueva y el pequeño tesoro que aguardaba en ella: la talla de la Virgen de Montesclaros.
Actualmente se conserva la cueva y en su entorno se erige un gran Monasterio en el que se conservan retablos barrocos, unos sarcófagos de finales del XIV y cuenta con un espacio de acogida para los que deseen permanecer en el lugar.

Por otra parte, en la localidad de Arredondo se encuentra la Iglesia Rupestre de San Juan. Este templo, ubicado muy próximo al nacimiento del Asón, se esconde entre las formaciones kársticas del valle. Se trata de una de las iglesias más singulares ya que no fue excavada en roca sino que se aprovechó el voladizo calizo de una de las cuevas del lugar.

En esta iglesia, que fue declarada Bien Interés Cultural en 1985, aún se conservan vestigios eremíticos propios de la época como el arco triunfal en forma de herradura, el altar y el ábside semicircular con una bóveda de cuarto de esfera.
Esta iglesia está ubicada en medio de un conjunto geológico cavernoso en el que se han hallado evidencias arqueológicas que se han atribuido al Paleolítico y a la era Protohistórica.

Cementerios rupestres

Algo que guardan en común las iglesias rupestres son sus cementerios. Éstos se sitúan junto a los templos y también están excavados en roca. Entre las necrópolis halladas más llamativas se encuentra la de Castrillo de Valdelomar, cerca de Santa María de Valverde. En este se encuentran muchas tumbas excavadas en roca sobre todo de menores. Asimismo, en  San Martín de Valdelomar, se han hallado restos de habitáculos rupestres que pudieron servir de capilla a las necrópolis.

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