Lo he dicho muchas veces: no distingo la pana del tergal. No entiendo de moda ni aunque me esfuerce (que alguna vez lo he hecho) Me gusta ir de compras lo justo y necesario porque me cabrean dos cosas; gastarme ese dinero y que los pantalones nunca me sirven en la talla que yo escojo. Pero he de decir en mi defensa que hace ya mucho tiempo que entendí que la moda es mucho más que una frivolidad pasajera de cuatro damas adineradas que no tienen mejor cosa qué hacer. La moda es arte, es movimiento, es un testimonio del momento que se vive a cada rato y es, sobre todo y por encima de todo, una potentísima industria que da muchísimo dinero y, por lo tanto, da de comer a mucha gente. Aunque sólo sea por eso, que viva la moda.
Confesada esta situación he de decir también que no por ello carezco de opinión sobre el ya llamado holocausto
Galliano (que ya son ganas de llamar a un asunto así) He visto el vídeo y me he quedado un poco desconcertada. Hay varias cosas que no entiendo de todo este embrollo. Para empezar no me concuerda que un homosexual como Galliano pueda sentir admiración por Hitler cuando éste no comulgaba precisamente con esta opción. Es tan inexplicable como
Bardem de consejero delegado de FAES. No entiendo tampoco el tremendo olvido de Galliano de un pequeño detalle: su jefe directo;
Sydney Toledano, consejero de LVMH, es judío sefardita. Con los judíos, precisamente por la vergüenza colectiva de la humanidad de no haber hecho nada por ni evitar su holocausto, se tiene un especial respeto reverencial y cualquier broma o ataque es una ofensa de gravísimas consecuencias (que se lo pregunten a Vigalondo que todavía se debe de estar haciendo cruces gamadas con su bromita en Twitter) Si el jefe de Galliano hubiera sido católico y el gibraltareño se hubiera burlado del Espíritu Santo, otra gallo le hubiese cantado. Los católicos ya estamos acostumbrados a la burla y al escarnio y nada nos turba, nada nos espanta (la
Santa de Ávila nos lo enseñó).
Esto es como el dilema del huevo y la gallina, que uno ya no sabe qué vino primero. No tengo claro si Dior se quería deshacer de alguien que ya no producía como antaño o el británico de origen peninsular se quería ir, pero matando. De lo contrario ¿por qué no pide disculpas si las evidencias son tan claras? No se trata de rumores, hay un vídeo, hay una grabación y en ella se puede escuchar perfectamente lo que este patoso ha dicho.
Seguramente habrá quién defienda su particular querencia hacia los semitas e incluso lo disculpará porque es un genio. Y es lo de siempre. Lo que no se puede (al menos ésa es mi percepción) es faltar a las reglas básicas de educación, insultar a los demás, faltar al respeto. Me importa muy poco que sea el enfant terrible de la moda (por cierto que de enfant tiene ya más bien poco) Una cosa no se superpone sobre la otra ni le quita valor. Se pueden ser ambas cosas a la vez; genio y maleducado.
Nada Galliano, con la indemnización hazte un buen viaje y reflexiona. De estas cosas se suele aprender muchísimo. Y un consejo: edúcate.
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