www.diariocritico.com
El ahorro y la velocidad

El ahorro y la velocidad

martes 08 de marzo de 2011, 09:57h

Las musas y las gracias; los dioses y los guerreros...  Desde la antigüedad clásica y, según los paleontólogos, desde la Prehistoria, la crónica de la Humanidad es una larga sucesión de secuencias de dominación del macho, de un feroz  atavismo de prevalencia sexista, de un relato de humillación y marginación hacia la mujer, incluso hacia la “mujer fuerte” de la Biblia, hacia la que saca los hijos adelante, hacia la que arrastra su esqueleto de luto sobren el arado, hacia la guerrillera.

    En este Día Internacional de la Mujer queremos recordar a las mujeres que, aún en este siglo XXI, siguen siendo las grandes ignoradas con intentos de mitigar su marginación mediante ridículas cuotas o inútiles campañas de imagen.
     La España de hoy no se entendería sin saber que, en sus cimientos movedizos, mujeres de piedra y de seda escribieron en su vientre de barro la sucesión de las generaciones, y las sociedades matriarcales se hicieron fuertes mientras los hombres andaban a pájaros o a ciervos.

     Tampoco se entendería sin el evidente protagonismo de la mujer en nuestro tiempo, en los quirófanos y en las aulas, en las cabinas de los aviones o en los laboratorios. Sin embargo, la igualdad salarial, la equilibrada aceptación de la mujer en los altos cargos de la política o de los consejos de administración de las grandes empresas sigue siendo una asignatura pendiente.

    Hacemos autocrítica porque tampoco en la radio, en la prensa escrita o en la televisión las mujeres han tenido las oportunidades que se merecen, y por cada Oriana Fallaci hay diez Indros Montanelli. Aquí, en “Protagonistas”, tenemos el orgullo de contar, desde los inicios, con mujeres en puestos de responsabilidad  -¿verdad, Esther Pedraza?;  ¿verdad, Blanca Bueno?- , pero no por paternalismo sino porque nuestras compañeras se lo han ganado a pulso, lo mismo que nuestros compañeros.

     Pensamos, en fin, en los titánicos esfuerzos de la mujer por alcanzar lo mismo que los hombres, pero a un precio más alto, ganando una cumbre más esquiva. Y no nos olvidamos de las mujeres maltratadas, víctimas de la violencia machista, ni de las mujeres prostituidas a la fuerza por la mafia mundial de los proxenetas, ni de las mujeres a quienes les hacen imposible ser madres y seguir en el taller o en la oficina.

    Ojalá llegue un tiempo en que, en la misma jornada del Día de la Mujer, se celebre el Día del Hombre: y que siendo innecesarias ambas jornadas, sea señal de que en realidad todas y todos navegamos libremente en el mismo barco, formamos parte de idéntica tripulación, y a nadie se le mide por la imagen o por la musculatura, sino desde el respeto y la igualdad.

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
0 comentarios