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Causas y efectos de un 'rebelde'

Causas y efectos de un "rebelde"

miércoles 27 de junio de 2007, 00:57h
En los últimos tiempos ha aparecido en Chile un nuevo tipo de "homus politicus", esta especie social que viene cada día más en decadencia en las sociedades que miran hacia el siglo 21, si vamos a creerle a encuestas sociológicas,

Se trata de un fenómeno sociológico, mediático y personal, a consecuencias del cual emergen ciertos liderazgos, por lo menos la intención de erigirse en tales, de diversos personajes que vienen de la política "antigua", pero por diversas consideraciones buscan transformarse en "rebeldes".

Por diversas razones o frustraciones en sus proyectos políticos rompen las lealtades y disciplinas partidarias y ponen sus ambiciones personales como medida de lo conveniente para el país, y por supuesto de "la gente".

Esto es lo que esta sucediendo en Chile con la irrupción de las rebeldías contestatarias, que ponen en cuestión las subordinaciones y acatamientos que conforman las orgánicas partidarias, con el argumento de que "me debo a mis convicciones" y a "los intereses del pueblo".

Esto es a partir de la suposición vanidosa de que ellos y no "los otros", son los verdaderos intérpretes de la voluntad, las demandas, y la voluntad de los ciudadanos, o que efectivamente sus directivas, el Partido, se ha alejado de las "verdaderas" convicciones y principios", de los "intereses legítimos" de la gente, que ellos afirman encarnar.

Esto, si son buenas o malas intenciones y al margen de si es honesto o no, está en la raíz de todas las disidencias, los fraccionamientos, y las divisiones.

Son varios en la escena política chilena, de los que podremos preocuparnos mas adelante, pero hoy ocupa la atención del país, la figura de uno de ellos.

Se trata del senador Adolfo Zaldívar, integrante de una de las "familias" políticas más tradicionales de la Democracia Cristiana y del país, cuya conducta amenaza con un grave fraccionamiento de la primera colectividad de la coalición de Gobierno.

En realidad, no es algo nuevo en el escenario chileno, ya que Zaldívar nunca ha ocultado sus deseos de llegar a la Presidencia de Chile, y ha intentado convertirse, desde la minoría de su partido, pero aprovechando su tribuna en el Senado, en interlocutor , referente o contendor del Gobierno, pasando por encima de su partido y de las lealtades con la Presidenta de la República.
 
Razones para su irritación no le faltan. Fue derrotado internamente en la DC cuando se trató de elegir entre él y Soledad Alvear para la precandidatura presidencial del 2005 y luego fue derrotado también para la Presidencia del PDC, que ganó (otra vez), Soledad Alvear, apoyada en una eficiente "maquinaria" interna encabezada por uno de los más hábiles articuladores políticos del país, Gutenberg Martínez, ex presidente de la Organización Demócrata Cristiana de las Américas, (ODCA), y esposo de Alvear.

De manera que Adolfo Zaldívar, tiene "sangre en el ojo" para rebelarse contra una iniciativa del Gobierno -SU gobierno, hay que decir, según una forma tradicional de ver las cosas- decisión aprobada por la Junta Nacional y el Consejo, las máximas autoridades de su Partido,

Se trata evidentemente, de malas noticias, en que un destacado líder o figura del PDC, no sólo vota en contra y junto a la Derecha un proyecto que es no sólo emblemático, sino que trascendental para la suerte política del gobierno: el que otorga recursos para superar el desastre de la modernización del sistema de transporte colectivo de la capital chilena, conocido como Transantiago.

Zaldívar violó una norma tradicional del mundo político nacional: rebelarse contra una orden de partido, pero además alinearse con la oposición, los "enemigos o "contrarios", para ser políticamente mas correctos.

Seguramente también está expresando al malestar de su familia, ya que su hermano Andrés, derrotado en la elección senatorial del 2005 por Guido Girardi - del también gubernamental Partido por la Democracia, PPD- y luego Ministro del Interior, fue desechado en la primera crisis gubernamental del gobierno Bachelet.

Y claro, como se dice en el campo chileno "no hay peor cuña que la del mismo palo".

Zaldívar amenaza con quebrar al PDC, y tiene un grupo de incondicionales, los "colorines", no por sus ideas sino por el pelo rojizo tirando a blanco ya, del senador rebelde.

Incluso hablan de que "tienen" ministros y subsecretarios en el Gobierno, amenazando con frases al estilo de, "a ver si se atreven a expulsarnos".

Evidentemente, hay algo más que una opinión determinada sobre un proyecto concreto.

Zaldívar apuesta por un proyecto político más allá de su partido, e incluso en contra de sus resoluciones, haciendo una apuesta definitiva, que objetivamente lo ponen fuera de la legalidad interna de la Democracia Cristiana y fuera de la coalición de gobierno,

Zaldívar apuesta por convertirse en un político off side, fuera de los partidos, populista y mediático, fórmula que según estima, le dará dividendos en su futuro político personal.

Ubicarse fuera de la Concertación de Partidos por la Democracia es su estrategia objetiva, y lo podría convertir en un figura clave para la conformación de una instancia -alianza- de centroderecha, como la que ha querido configurar al empresario Sebastián Piñera, ex candidato presidencial, en su propósito de conquistar a parte de la Democracia Cristiana para su juego y obligar a la ultra derechista Unión Demócrata Independiente (UDI), a cuadrarse con su postulación.

Esta historia podría ser algo casi como "pasión y muerte", o "auge y caída", de este político chileno. Pero también podría significar una erosión de un porcentaje de votación de la Concertación de Partidos por la Democracia, suficiente como para que perdiera las próximas elecciones presidenciales y abriera camino a la vuelta al Poder a la derecha chilena,

Para la derecha sería un festín porque cumpliría todos sus sueños de blanquearse políticamente y desde el poder, dar en definitiva "vuelta la hoja" a todo el tema de sus responsabilidades políticas del periodo de la dictadura de Pinochet y, en primer lugar, del tema de la violación de los Derechos Humanos bajo la tiranía.

Menuda responsabilidad sobre los hombros y la conciencia del "Colorín".

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Marcel Garcés
Periodista
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