Recortes y acampadas

Recorte (1): Ardiz que permite al diestro burlar la acometida del toro mediante un quiebro que le aparta de la rectitud. Recorte (2): Cosa recortada. La taurinísima palabra “recorte”, está coincidiendo éste San Isidro en la Plaza de Las Ventas y en la Plaza de la Puerta del Sol. Me explico: Cuando ha transcurrido casi toda la feria de San isidro y sucedáneos, ya se han cortado tantas o más orejas que en el total de otras ferias y sucedáneos anteriores. Celebro que un sector de toreros, incluidos picadores y banderilleros, plasmen el compromiso ético que requiere el singular rito melodramático, para que su credibilidad, respeto y proyección tengan el valor y valer que La Tauromaquia  merece. Sin recortes, por supuesto. Es decir, cortar dos orejas a un toro en Las Ventas por faenas más o menos emocionantes o estéticas, basadas exclusivamente en el toreo de muleta, es recortar, disminuir y empobrecer el repertorio y la lidia integral o completa…aunque el colofón de la estocada haya sido casi instantáneo y escultural. El actual toreo de capote suele ser de tanteo y a la defensiva…cuando la verónica, junto al natural, son los lances o pases más bellos y meritorios de todos los posibles e imposibles. Y es en el toreo de capote donde los espadas se pesan y se miden, en aptitud y actitud con el mismo toro: ¿para cuando esa necesaria y competente expresividad lidiadora? Es mejor una serie de derechazos menos y una tanda de verónicas más…cargando la suerte, por supuesto. En efecto, cortar los máximos trofeos –dos orejas- en Las Ventas, ha de ser, siempre que el toro se preste, la suma a partes iguales de capote, muleta y estoque…sin olvidar las varas, las banderillas, la brega de las cuadrillas… y las criadillas de los toros. Es entonces, y solo entonces, cuando se producen los triunfos auténticos, esos que atraen y apasionan a propios y a extraños llenando  tendidos y gradas todas o casi todas las tardes en todas o casi todas las ferias. Lo otro, son éxitos, exitillos del si pero no. O lo que es lo mismo, la mitad de los aficionados va por sistema a los toros, y la otra mitad, se va de acampadas. Están equivocados los taurinos conformistas y triunfalistas. El otro día, media entrada en Córdoba con su respetado y respetable J. L. Moreno; Talavante, triunfador en Las Ventas; y Cayetano, “el más mediático de todos los toreros”.  Como están equivocados los políticos bipartidistas y sus estómagos, más desgraciados que agradecidos, –escaso 50% del total de los votos- recortando derechos constitucionales a los de siempre, o pretendiendo seguir haciéndose los ciegos-sordos-mudos ante verdaderas necesidades de la mayoría de ciudadanos. Con quiebros y sin arriesgar un alamar. Claro, hacer política o torear, sin dar el pecho, la cara, y sin cargar la suerte, es fraude, es retorcimiento, es indecente y es inmoral La acampada de la Puerta del Sol es un primer aviso. El segundo, no tardará en sonar. Da casi igual que “ganen las elecciones” cualquiera de las dos “opciones” del Partido Capitalista Único. Al tiempo. Indignado, exijo, exijamos  pureza en el ruedo,  en  los despachos y en la calle. Menos triunfalismo privadísimo y más triunfos colectivos. Sin demoras. ¡Con un par!