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Terrazas y aglomeraciones, los lugares más inseguros

Consejos policiales para evitar robos en verano

lunes 02 de julio de 2007, 11:04h
Terrazas, aglomeraciones y semáforos son los espacios donde hay que estar más alerta para no ser víctima de un robo en verano. La Policía recomienda no perder de vista los objetos personales para evitar que los 'descuideros' puedan actuar más cómodamente.
La Jefatura Superior del Cuerpo Nacional de Policía de Madrid ha realizado este luens una serie de recomendaciones para evitar que los madrileños sufran un robo por parte de un 'descuidero', ladrón especialista en hurtos cometidos aprovechando un despiste de sus posibles víctimas, especialmente en espacios como las terrazas de los bares, las grandes aglomeraciones y los semáforos en rojo.

A los comerciantes de la región se les aconseja prestar especial atención a situaciones en las que varias personas entran en grupo y alguna de ellas acapara la atención de los empleados. Así, nunca hay que perder de vista la caja registradora, aunque haya que desplazarse por el local para atender a los clientes, y, si es posible, tampoco los objetos expuestos.

Para evitar ser víctima de un hurto en la vía pública, la Policía recomienda asegurar las pertenencias. Por ello, en el caso de las mujeres, los bolsos deberán ir cruzados en la parte delantera, con la solapa y dispositivo de cierre hacia el interior. Dentro del bolso habrá que llevar sólo lo imprescindible y nunca objetos de valor como grandes cantidades de dinero en efectivo, joyas o talones bancarios.

Mientras, los hombres deberán llevar la cartera en bolsillos delanteros, a poder ser interiores. En la calle también se puede ser víctima de un timo como el de la mancha, que consiste en que una persona vierta una sustancia sobre otra con el objetivo de distraerla y así poder hurtarle, él mismo o un cómplice, algún objeto de valor.

Además, hay que tener especial cuidado si se es abordado por varios individuos, normalmente jóvenes, que venden pañuelos de papel o mecheros o que piden limosna, ya que, en algunos casos, el objetivo es reclamar la atención de su víctima para que uno de ellos, el más hábil, se apodere de sus pertenencias.

Otra modalidad parecida de este tipo de hurto se practica en los semáforos en rojo, cuando 'descuideros' pueden aprovechar que las ventanillas están bajadas para sustraer el bolso, la chaqueta o cualquier objeto que se encuentre en el asiento del copiloto. Para ello, se aconseja no dejar nada en este asiento, sino dejar las pertenencias entre los asientos delanteros y traseros, en el piso del vehículo.

Lugares de recreo
Según la Policía, los 'descuideros' buscan las aglomeraciones, ya que allí hay más víctimas potenciales y, tras el hurto, se pueden  camuflar mejor entre el gentío. En este tipo de situaciones, las pertenencias que son sustraídas apenas permanecen un segundo en manos del ladrón, que inmediatamente las pasan a sus compinches.

Por todo esto, en la terrazas y bares, el bolso no debe estar colgado del respaldo de las sillas, ni se debe dejar el billetero, las gafas de sol o los teléfonos móviles sobre la barra o en una mesa. En muchas ocasiones, se presentan con la disculpa de realizar una encuesta con papeles en la mano, una tablilla para apoyar el papel o un periódico.

Con éstos ocultan sus manos y pueden coger sin problemas cualquier objeto que la víctima tiene encima de la mesa. Además, en pubs y discotecas también es muy frecuente perder de vista bolsos y chaquetas, lo que supone correr un riesgo de sufrir un robo.

En los cajeros automáticos también hay que tener especial atención. Es importante ver si hay mecanismos sospechosos adosados al cajero y teclear la clave al tiempo que se oculta con una mano la marcación de los cuatro dígitos. En estos espacios, hay que estar alertas a las situaciones en las que un individuo dice que se ha caído algo al suelo.

El señuelo suele ser un billete de poco valor para provocar que la víctima se agache. Los ladrones tienen calculado perfectamente el tiempo para que la reacción de la persona que se encuentra en el cajero automático se produzca justo en el momento en que sale el dinero y así hacerse con el mismo.

En otras ocasiones, dan el cambiazo de la tarjeta de crédito. Cogen la de su víctima de la ranura del cajero y ponen otra, normalmente de esa entidad (mismo color y anagramas) para no levantar sospechas. La víctima la coloca en su billetero sin pensar que no es la suya, que ya se encuentra en manos de los delincuentes. Estos disponen del tiempo suficiente para agotarla, pues pueden pasar días hasta que se vuelva a utilizar de nuevo.  

En cualquier caso, si se detecta haber sido víctima de un hurto, será importante, de cara a presentar la correspondiente denuncia en la comisaría, retener los máximos datos posibles de los autores: cuántos eran, edad aproximada, descripción física y de sus vestimentas, si tenían un acento determinado, marcas, tatuajes, pendientes o piercing.

Todos los datos que podamos facilitar serán importantes de cara a la investigación policial y, en caso de arresto, para aportar pruebas e indicios a la autoridad judicial. Además, no hay que olvidar que en caso de que haber sido víctima del robo de un bolso o el billetero, hay que dar aviso inmediato a las entidades en que tenemos nuestras tarjetas de crédito para darlas de baja. Y sobre todo, la Policía recomienda denunciar siempre.
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