El responsable de Salud Laboral de Comunicaciones de UGT, Juan Muñoz, afirmó este miércoles que se han confirmado 16 casos de "lipoatrofia" en empleados del edificio del grupo Telefónica de Madrid, y otros tres están pendientes de informes médicos. Según Muñoz, esta anomalía no es calificada como enfermedad por que "no es invalidante, pero sí es antiestética", puesto que supone la desaparición de la grasa de ciertos lugares del cuerpo, normalmente los muslos. "En todos los casos detectados, la lipoatrofia se ha superado cuando se deja de estar en el centro de trabajo", añadió.
Dado que las causas de la lipoatrofia se vinculan a condiciones que se dan edificios modernos, como la baja humedad relativa, la electricidad estática y el electromagnetismo, los delegados sindicales reclamaron que la humedad esté siempre entre el 40 y 42%, que se revisen las tomas de tierra para evitar las descargas electroestáticas y que se incluyan preguntas sobre ella en los reconocimientos médicos.
Según apuntó Muñoz, la primera reunión con la empresa se produjo el pasado 23 abril, donde se decidieron medidas preventivas, tales como que nunca baje del 40% el grado de humedad ambiental dentro de las oficinas y que se controlen las cargas electroestáticas.
En los últimos meses se han detectado en Cataluña alrededor de unos 500 casos de lipoatrofia, según datos sindicales, en oficinas de diversas empresas, entre las que figuran La Caixa, Gas Natural y Agbar, entre otras.
Este martes, los servicios médicos del RACC en Barcelona, donde trabajan 900 personas, detectaron un caso de lipoatrofia, por lo que los responsables de este club de automovilistas eximieron a las empleadas embarazadas de ir a trabajar, sin ningún tipo de repercusión económica.
El pasado 20 de junio se constituyó en Barcelona el comité organizador del estudio científico que analizará las causas de la lipoatrofia semicircular y su incidencia en los entornos laborales. Este trabajo científico, el primero de este tipo que se hace en Europa, prevé su finalización durante el primer trimestre de 2008, aunque se realizarán informes periódicos con los resultados y las conclusiones de cada una de las fases del estudio, con el objetivo de que sean útiles para toda la sociedad.
En cualquier caso, la dolencia, que no genera dolor, no supone pérdida de masa muscular, sino solamente una alteración de la grasa subcutánea y no guarda relación con la actividad física o con hábitos sedentarios.
Se trata de una dolencia aún poco frecuente, que surgió en Bruselas hace unos 30 años y en España, por primera vez, hace un año, indicó Muñoz.
Inaugurado en septiembre de 2006
Según el diario El País, el Distrito C es un flamante edificio que se inauguró en septiembre de 2006 para albergar 14.000 trabajadores y en al menos veinte de ellos se les ha diagnosticado la lipoatrofia semicircular. Se trata de una dolencia benigna con la que se pierde tejido graso bajo la piel de una zona semicircular en las piernas, sobre todo en los muslos. Se produce en edificios muy tecnificados y, en particular, en las sedes de grandes empresas, los llamados edificios inteligentes. Aunque aún no se conocen bien sus causas, se sabe que es reversible y que afecta sobre todo a mujeres.
El diario informa de que todos los diagnosticados han sido sometidos a un examen de salud especial que incluye analítica y ecografía en la zona alterada, y han tenido luego el seguimiento médico oportuno. No obstante, los casos confirmados han sido considerados por la compañía accidentes de trabajo pero sin baja por lo que los afectados siguen trabajando.
Al parecer, representantes de los empleados y de la empresa mantuvieron una reunión el pasado 7 de junio en el seno del Comité de Seguridad y Salud en el que se trató el asunto y sus posibles soluciones. En la misma, Javier Agudo Díaz, jefe de Prevención de Madrid de Telefónica España, reconoció los casos pero señaló que no se trata de una enfermedad puesto que los afectados no presentan ninguna limitación para su trabajo.
Añadió que la empresa ya había tomado medidas y que esperaba que la situación revirtiera en unos meses, informaron en fuentes sindicales a El País. Entre esas medidas está la de aumentar la humedad por encima del 40% en todos los edificios del Distrito C lo que, a juicio de los sindicatos, ha contribuido a frenar el aumento de casos. La empresa también ha puesto tiras de poliuretano en las partes metálicas de las mesas, una toma a tierra desde la parte metálica de las mesas, ha cambiado las sillas de trabajo por unas preparadas para la electricidad estática y ha puesto cactus y otras plantas que atraen la electricidad.
Para los expertos, esta dolencia se debe a descargas de electricidad estática en los microtraumatismos que se producen al golpear repetidamente la mesa de oficina con las piernas. Esa es la razón de que se atrofie la capa de grasa subcutánea de la zona de las piernas, situada a unos 70 centímetros del suelo, y que se manifiesta con la aparición de estrías a la altura mencionada en los muslos. Esa combinación de electricidad estática, baja humedad relativa en edificios cerrados y presencia de mobiliario metálico es el caldo de cultivo de la dolencia.
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