Esquerra teme lo que indican las encuestas

En ERC le han visto las orejas al lobo. Las encuestas que baraja la dirección calculan que la representación en Madrid puede caer drásticamente. En concreto de los ocho diputados actuales se considera que “yendo las cosas bien” se perderían dos. El flamante y nuevo jefe de filas de los republicanos, el jurista Joan Ridao, ha fijado el reto en cinco diputados “de entrada”. Ante estas perspectivas en la casa republicana se ha decidido frenar todo el debate ideológico que afectaba a la dirección hasta después de las elecciones generales. La consigna es prudencia y no dar más espectáculo.

En este sentido los críticos consideran que un nuevo descenso en los votos del partido abriría una crisis difícil de parar. Para evitar esta crisis la dirección está mesurando con mucho cuidado los nombres de las personas que seguirían a Ridao en la lista de Barcelona, que en los últimos comicios aportó la mitad de los diputados.

La agresividad del PP estatal contra Esquerra fue, según reconocen en privado los republicanos, mejor campaña para estos en Cataluña. Ahora con la entrada en el gobierno y la moderación verbal que ello supone muchos votantes pueden mirar hacia otros lados y castigar por tanto a ERC.