El ministro del Interior, Aníbal Fernández, volvió a defender a las funcionarias Nilda Garré y Romina Picolotti, en tanto que consideró que la situación de la ex ministra de Economía, Felisa Miceli, tuvo una "sobre exposición fenomenal". El ministro calificó de “bochorno” la acusación del juez Tiscornia contra la titular de Defensa por un supuesto contrabando de repuestos de fusiles a Estados Unidos.
Según Fernández, "es un bochorno lo que (el juez en lo penal económico Guillermo Tiscornia) hizo" con la denuncia contra la ministra Garré por un supuesto contrabando de repuestos de fusiles a los Estados Unidos.
"Es una vergüenza que esté inventando una participación que no tiene nada que ver, porque (Garré) no hace un año que está en la gestión y esto arrancó en el 2002 o 2001, con lo cual no me llama la atención que esto tenga que ver con una vocación política detrás", dijo.
En cuanto a Picolotti, denunciada en una investigación periodística por manejos irregulares en la secretaría que preside, dijo que "se las magnifican como si fuesen complicaciones fenomenales cuando en realidad son cosas habituales y de normal funcionamiento de un área como la que está llevando adelante".
"Lo único distinto es que viene clausurando empresas que contaminan y eso no sucedía nunca. Siempre había una mano amiga que facilitaba las cosas para que eso no sucediera", señaló.
Finalmente, respecto a Miceli -quien debió renunciar tras el hallazgo de una bolsa con dinero en el baño de su despacho- el titular de la cartera política dijo que "la situación está planteada en la justicia", pero consideró que el caso "tuvo una sobreexposición fenomenal".