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Diez alternativas para disfrutar de la naturaleza en la Comunidad de Madrid

El 'Top ten' del turismo de naturaleza

jueves 16 de agosto de 2007, 13:09h
Disfrutar de una refrescante tarde en una piscina creada en el cauce de un río, hacer vela en uno de los tres embalses madrileños navegables o recorrer el valle de la Fuenfría de árbol en árbol son alternativas que ofrece la Comunidad de Madrid a los amantes de la naturaleza. Pero el abanico de opciones para hacer turismo rural en la región es mucho más amplio.
El embalse de San JuánBaños en agua dulce. Darse un baño es una de las opciones más refrescantes del verano, pero si es posible que el chapuzón sea en un entorno natural, mucho mejor. En la región se puede disfrutar del pantano de San Juan (San Martín de Valdeiglesias), situado en la cuenca del Alberche, al que se ha llegado a llamar ‘Playa de Madrid’ y que es uno de los destinos preferidos de los domingueros.

Otra alternativa es acudir a las piscinas naturales de Cercedilla o de Rascafría. Estas últimas, conocidas como ‘Las Presillas’, se sitúan en pleno valle del Lozoya, río en el que varias presas, de ahí el nombre, forman piscinas naturales. El agua tiene el refrescante helor de río, el paisaje es deslumbrante y la zona está acondicionada con merendero y aseos. Todo un lujo natural. Las de Cercedilla reciben su agua de un arroyo.

Vela y windsurf
. Aunque en Madrid no hay playa, se puede disfrutar de los deportes náuticos, como la vela y el windsurf en los embalses de Valmayor, Atazar y San Juan, donde el Canal de Isabel II permite estas prácticas. La Federación Madrileña de Vela alquila equipos y ofrece cursos tanto de iniciación como de perfeccionamiento de estos deportes desde Semana Santa hasta septiembre. Otra opción es asociarse a alguno de los diferentes clubes náuticos de la región.

Una instalación de 'multiaventura' Para aventureros
. Disfrutar de la naturaleza y del aire puro, a la vez que se ponen a prueba ciertas habilidades es posible gracias a las diferentes alternativas de turismo activo que ofrece la región. Hacer rafting, escalada o participar en una gymkhana son algunas de las modalidades del turismo activo, pero el último grito son las instalaciones de 'multiaventura', que ofrecen diversión asegurada. Así ocurre por ejemplo en el Ecoparque Aventura Amazonia (Cercedilla), uno de los destinos preferidos dentro de las actividades de verano para niños, aunque los mayores también pueden pasar un buen rato recorriendo el valle de la Fuenfría saltando de árbol en árbol a través de tirolinas o puentes de madera suspendidos en los pinos.

Vista de la sierra de Guadarrama Naturaleza en estado puro
. La Comunidad de Madrid alberga numerosos espacios naturales protegidos, aunque en principio no lo parezca debido al peso urbano de su capital. Así, la región cuenta con tres parque regionales. El más amplio de todos es el de la Cuenca Alta del Manzanares, donde confluyen diversos ecosistemas como sotos fluviales y las altas cumbres. Por su parte, en el Parque Regional del Sureste los ríos Manzanares y Jarama han formado una zona húmeda de gran valor ecológico. El tercero es el del curso medio de río Guadarrama, en cuyas zonas altas aparece el monte mediterráneo. En el catálogo de espacios protegidos de la región destaca el parque natural de Peñalara, que acoge la cumbre más alta de la Comunidad. Entre el resto de los espacios protegidos, destaca, por su valor paisajístico, el hayedo de Montejo, uno de los más meriodionales de España.

Los centros de eduación ambiental realizan actividades relacionadas con la naturaleza Centros de educación ambiental
. Otra opción para disfrutar de la naturaleza es a través de los once centros de educación ambiental de la Consejería de Medio Ambiente, situados cerca de parajes naturales. El objetivo es divulgar una verdadera cultura ambiental que contribuya a la conservación del patrimonio natural de la región. Estas palabras se plasman numerosas actividades gratuitas, como sendas, talleres, seminarios, visitas temáticas y exposiciones.

Rutas. Las rutas por los parajes naturales de Madrid son casi infinitas. Numerosos rincones verdes de la región se pueden recorrer en bici o a pie siguiendo las indicaciones que marcan las numerosas guías y páginas web que se editan sobre rutas. Por libre o con guía, las rutas permiten adentrarse en el patrimonio natural de la región por lugares accesibles y de especial interés. Hay empresas que organizan rutas, pero también la Comunidad de Madrid, a través de sus centros de educación ambiental, y de manera gratuita.

El Tren de la NaturalezaTren de la Naturaleza. El Tren de la Naturaleza hace el recorrido entre Cercedilla y el puerto de los Cotos por una antigua vía estrecha y muestra la flora y la fauna del futuro Parque Nacional de Guadarrama a sus viajeros mediante las explicaciones de un monitor. Es una iniciativa de la Consejería de Medio Ambiente y RENFE en la que pueden participar tanto escolares como adultos (éstos sólo hasta el 7 de septiembre). La actividad también incluye un recorrido a pie por el Parque Nacional de Peñalara.

Camping. Cuestión de ideología. Así, lo cree Fernando Ahijón, el director de la Asociación de Camping de Madrid, que aglutina 13 de los 22 que hay en la región. Según explica Ahijón, es la alternativa más antigua para hacer turismo de naturaleza. “Surgió en la época de entreguerras por motivos económicos y hoy es una filosofía”, asegura Ahijón, quien sólo recomienda ir de camping a aquellos a los que no les moleste convivir con hormigas y encontrar algún que otro insecto entre sus pertenencias.

Una casa ruralCasas rurales. Una estancia en una casa rural es el destino ideal de aquellos que buscan tranquilidad. Olvidarse del ruido, dejar atrás el estrés de la ciudad y disfrutar del aire puro son las principales ventajas que ofrece este tipo de turismo que en la Comunidad crece mes a mes. En el último semestre aumentó en más de un 30 por ciento y sólo en junio unas 10.000 personas se alojaron en establecimiento rurales.

La Casa de Campo. Un clásico, sobre todo para aquellos que viven en la capital. En unos minutos y con la comodidad de que el Metro llega hasta allí, podemos acercarnos a este entorno natural y hacer uso de los servicios que ofrece, practicar deporte o simplemente descansar entre el piar de las aves que habitan en el lugar. En la Casa de Campo, que remonta sus orígenes a 1553, cuando Felipe II adquiere unos terrenos a los Vargas y va agregando fincas colindantes, la gente pesca en El Lago, pasea, monta en bici, hace piragüismo, juega al tenis o se da un baño en la piscina municipal.
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