La semana anterior nos ocupamos de la lamentable persecución del gobierno nacional sobre la empresa Shell y particularmente sobre su presidente. Luego de esa Carta Semanal, el gobierno le clausuró la destilería de Dock Sud con argumentos claramente insuficientes para disponer una medida de tal gravedad.
Un viejo cuento dice que debiendo cruzar un lago, el escorpión pidió a la rana que lo lleve en su lomo. Esta le preguntó qué seguridad tendría de no ser picada, a lo que el escorpión respondió que eso carecía de sentido ya que si lo hiciera los dos morirían. Pero en el medio del lago el escorpión la picó. La rana moribunda y antes de hundirse miró al escorpión como pidiendo una explicación y éste le dijo: no pude con mi genio.
Cabe aplicar el drama de esta fábula al caso del gobierno (escorpión) contra Shell (la rana). La Argentina está pasando por un desabastecimiento de gas oil y la destilería de Dock Sud produce el 13% del gasoil consumido en el país. El gobierno está importando el combustible a precio internacional para suplir el faltante y paga un precio que duplica el que recibe de las usinas y empresas de transporte a quienes se los vende. El problema del gas oil es gravísimo. Tiene que haber un odio muy profundo o alguna otra inescrutable motivación personal o de gobierno, para que se clausure una destilería en medio de la crisis. Como el escorpión, Kirchner y Guillermo Moreno no pudieron con su genio, o con su odio.
Este rasgo característico de nuestros gobernantes es bien peligroso a la vista del complicado futuro próximo. Cualquiera que resulte elegido el 28 de octubre, incluida la señora de Kirchner, deberá navegar en aguas turbulentas en las que necesitará todas las ayudas y apoyos. La situación fiscal se deteriora rápidamente y se deberán refinanciar importantes vencimientos de la deuda, que excederán los posibles favores chavistas. Se necesitará por lo tanto, recuperar el crédito y atraer las inversiones restableciendo las relaciones internacionales y financieras con el resto del mundo. Esto exigirá levantar los incumplimientos aún subsistentes y a partir de allí respetar las reglas del mundo civilizado y no las que nuestro gobierno pretenda imponer. Se deberán descongelar las tarifas de servicios públicos y sincerar los precios retrasados, pero evitando una carrera desenfrenada entre precios y salarios. Se necesitará un fuerte impulso en la inversión privada. Todo ello requerirá crear un clima de confianza interna y externa. El gobierno necesitará el apoyo de toda la ciudadanía y para ello será esencial deponer las agresiones que lo caracterizaron en los últimos años. Deberá primar el respeto y la persuasión sobre el insulto, la venganza y la persecución. Se deberán recuperar y proteger las instituciones de la república y no avasallarlas en beneficio propio. Se deberá buscar la reconciliación antes que el odio y la división. En síntesis, no se podrá ser más escorpión.
Manuel A. Solanet
Presidente Fundación Futuro Argentino
www.futuroargentino.com.ar